6 de septiembre de 2010

La propuesta de jubilación del 82 por ciento del SMVM

El autor observa que quienes han impulsado el 82 por ciento son los mismos que congelaron y hasta disminuyeron el haber previsional.

Por Gerardo De Santis (CIEPYC) en Página /12

Vivimos en un país en el que se discute cómo aumentarles a los jubilados en un año en el que ya se les aumentó un 26 por ciento. Hemos vivido en otro país en el que a los jubilados se les recortaba el 13 por ciento para bajar el “riesgo país”. Paradójicamente, varios diputados que firmaron y votaron el proyecto del 82 por ciento del salario mínimo vital y móvil (SMVM), administraban el Estado cuando se realizó ese recorte.
Vivimos en un país en el que esta discusión es factible porque el Estado ha recuperado la administración de los aportes de los trabajadores, ya que hubiera sido imposible discutir el 82 por ciento del SMVM con las AFJP administrando parte de estos recursos. Hemos vivido en un país que privatizó la administración de los aportes de los trabajadores. Paradójicamente, varios diputados que firmaron y votaron esa medida, estuvieron en contra de la reestatización impulsada en 2008.
Vivimos en un país en el que rige la ley 26.417 de movilidad jubilatoria que determina aumentos semestrales en los haberes de nuestros “viejos”; ahora esta decisión no depende del funcionario de turno. Hemos vivido en un país donde estas decisiones dependían de un funcionario que mantuvo las jubilaciones congeladas en 150 pesos durante 10 años. Paradójicamente, varios diputados que firmaron y votaron el proyecto del 82 por ciento del SMVM, administraban el Estado en la “era del hielo”.
Vivimos en un país en el que, en el marco del Consejo Nacional del Empleo, la productividad y el SMVM, trabajadores, empresarios y Estado discuten y se ponen de acuerdo sobre el salario mínimo vital y móvil, que en esta década ha aumentado de 200 a 1840 pesos (a partir de enero de 2011), o sea un 820 por ciento o 9,2 veces. Fue a partir de esta política que se convirtió en significativo cobrar el 82 por ciento del SMVM. Hemos vivido en un país en el que el SMVM era de 200 pesos y estuvo congelado durante 10 años. Paradójicamente, varios diputados que firmaron y votaron el proyecto del 82 por ciento del SMVM, acompañaron aquel gobierno de los salarios congelados.
Vivimos en un país en el que se han creado 3 millones de puestos de trabajo formales lo que permite, a través de los aportes y contribuciones, fortalecer los ingresos de la Anses y de esta manera tener recursos genuinos para poder aumentar las jubilaciones. Hemos vivido en otro país en el que se destruía empleo, aumentaba el trabajo no registrado, se flexibilizaban las relaciones laborales, se reducían las cargas sociales. Paradójicamente, varios diputados que firmaron y votaron el proyecto del 82 por ciento del SMVM, aclamaban las políticas que destruían empleos y disminuían el financiamiento para los jubilados.
Vivimos en un país en el que casi el 90 por ciento de nuestros “viejos”, mayores de 65 años, están cubiertos por el sistema previsional porque durante esta etapa se implementaron moratorias para quienes no habían podido acceder a la protección social mientras al país se le “cayó el sistema”. Hemos vivido en un país que condenaba a la exclusión a demasiados argentinos. Paradójicamente, varios diputados que firmaron y votaron el proyecto del 82 por ciento del SMVM, acompañaron a los gobiernos que dejaron un grado de cobertura de nuestros “viejos” inferior al 70 por ciento. Esto es, 1 de cada 3 “viejos” estaba fuera del sistema provisional y la tendencia iba hacia el abismo.
Vivimos en un país cuyo Estado está recuperando su capacidad de pago. Un 60 por ciento de “la plata de los jubilados” está invertida en títulos públicos que se encuentran en poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Paradójicamente, varios diputados que firmaron y votaron el proyecto del 82 por ciento del SMVyM, administraban el Estado cuando una proporción similar de “la plata de los jubilados” se aplicaba en créditos a un Estado insolvente. Tal como está planteada la cuestión, aparecen dos alternativas: una sería regresar a “aquel” país, y congelar el SMVM en los 1500 pesos que regían hasta agosto. Con la jubilación mínima de 1046 pesos dispuesta a partir de septiembre se alcanzaría el 70 por ciento y con aumentar en marzo un 17 por ciento más, alcanzaría para llegar al trillado 82 por ciento de ese SMVM. La otra alternativa sería construir un país que crezca y se desarrolle, que genere empleo genuino y más aportes, que continúe aumentando la recaudación tributaria y que lo haga más progresivamente y que, dado lo delicado de este tema, evite hacer campaña electoral con los jubilados y estudie y analice seriamente el sistema previsional.