30 de abril de 2010

Un cuadro del poder concentrado

LA CORTE ANULO EL INDULTO QUE BENEFICIABA AL MINISTRO DE ECONOMIA DE LA ULTIMA DICTADURA, JOSE ALFREDO MARTINEZ DE HOZ
CINCO ECONOMISTAS EXPLICAN A JOE 
Quién fue Martínez de Hoz.  Cuáles fueron los objetivos de su plan económico. Su necesario vínculo con el aparato represivo clandestino. La importancia de que esté cerca de terminar en prisión.



Mario Rapoport * : “Beneficio personal y delitos económicos”
“La principal herencia de Martínez de Hoz fue un modelo económico que intentó suprimir el aparato productivo existente en la Argentina e instalar sobre él un modelo de tipo financiero-agroexportador. Este proceso terminó perjudicando al país en general y a los sectores trabajadores en particular. Cabe destacar que los delitos de Martínez de Hoz no se reducen solamente al secuestro de este empresario sino también a la nacionalización dolosa de la Italo –que estaba casi en la quiebra– y la supresión del impuesto a la renta familiar. Es decir que en su paso por el Ministerio de Economía se combinan medidas relacionadas con el beneficio personal y con otros delitos económicos más generales, como la clase de endeudamiento externo que determinó y probó el juez Jorge Ballesteros. Martínez de Hoz le robó al país y a su gente. Son varios los delitos”.
* Economista e historiador.
Ricardo Aronskind * :“Exitoso en subdesarrollar al país”
“Si bien el Proceso fracasó políticamente, tuvo éxito desde el punto de vista de ciertas transformaciones estructurales en la economía argentina. La reorganización económica impuesta por la dictadura tiñó las siguientes décadas en democracia. En ese sentido, Martínez de Hoz fue exitoso en subdesarrollar al país, mientras que la democracia se mostró relativamente impotente para ir removiendo ese legado marcado por la dependencia. El dato central fue que la responsabilidad por el Proceso se centró en los militares –siendo que fue una dictadura cívico-militar– con una presencia muy significativa de las corporaciones empresarias. Por eso me parece positivo que la sociedad –aunque sea tarde, o de una forma muy personalizada– observe los elementos económicos que formaron parte del proceso militar. Es un aprendizaje ciudadano que hasta ahora no se había hecho. La impunidad conseguida por Martínez de Hoz y por quienes lo apoyaron tuvo un lugar relevante en el endeudamiento externo y la presencia del Fondo Monetario Internacional, que incluso obligó a que se disolviera la Comisión Investigadora de la Deuda Externa. En ese sentido, uno de los legados centrales de Martínez de Hoz resultó ser una deuda que aun hoy nos sigue afectando y condicionando, junto con toda la estructura del sistema financiero argentino que no le sirve al desarrollo nacional. Sería bueno seguir avanzando en la remoción de todo ese legado institucional y cultural que dejó la pata económico-financiera del Proceso”.
* Economista UNGS-UBA.
Guillermo Wierzba *: “Un intelectual orgánico”
“Me parece muy relevante que se esté buscando someter a juicio a los civiles que participaron del proyecto militar como intelectuales orgánicos. Ellos ejecutaron las cuestiones centrales de una política aplicada en el marco del terrorismo de Estado, causa necesaria para implantar el modelo financiero en nuestro país. De todos los cuadros del poder concentrado en la Argentina, Martínez de Hoz fue más emblemático, el más encumbrado civil en participar de aquel proyecto. Incluso había dirigido el Consejo Empresario Argentino que conspiró para realizar el golpe. Lo que debemos recordar es que los militares y las Fuerzas Armadas fueron el brazo de ejecución de un poder que se aplicó sobre toda la sociedad: una brutal política de disminución salarial y un plan de revancha contra los trabajadores, que implicó no sólo la violación de los derechos humanos, sino además un retroceso muy fuerte en términos de derechos sociales conquistados. Después aparecen otros elementos, como la liberalización financiera, la apertura comercial y la sobrevaloración cambiaria, que conformaron un paquete de políticas que desarticularon el aparato productivo instalado durante el proceso de sustitución de importaciones, proceso que culminaría en la década del ’90 y que hubiese sido imposible de desplegar de no ser por el terrorismo de Estado. Por último, la liberalización financiera impulsada por Martínez de Hoz fue un instrumento clave en el fenomenal aumento de la actual deuda externa, que tuvo su origen en la dictadura”.
* Economista, director de Cefid-Ar.
Jorge Gaggero *:“El programa del establishment”
“Para ser justos, hay que recordar que hubo un primer intento de imponer un modelo con lineamientos muy semejantes a los de la dictadura en la fase final del gobierno de Isabel Perón, con el llamado Rodrigazo. Esto fracasa de alguna manera por razones políticas –principalmente por la oposición de la CGT, que reclamaba un regreso al modelo de Perón–, pero es un programa que anticipaba claramente lo que luego ocurriría. La paradoja es que durante los breves meses que duró el experimento de Celestino Rodrigo, Martínez de Hoz definía en paralelo su plan, que los militares aceptaron sin chistar. En este último período del gobierno de Isabel fui testigo de la derrota del Rodrigazo luego de un intento de los mismos sectores económicos –operadores del sector financiero, principalmente– de derivarle el plan a la CGT. Ellos organizaron un encuentro en la sala de reuniones de la central obrera, a la que yo asistí, donde expusieron los lineamientos del programa en términos de ‘tómenlo, es la única alternativa’. Un plan que fue, punto por punto, el mismo de Martínez de Hoz. En ese momento no tuvo consecuencia alguna, pero tuvo éxito en ir generando unas condiciones político-sociales de confrontación que allanaron el campo para el más fácil triunfo de las fuerzas golpistas. La contracara de esto es que a partir del golpe militar, en marzo del ’76, se crean las condiciones de posibilidad para imponer ese programa económico. Por eso y para evitar obviedades, me parece importante resaltar que fue un proceso complejo y que el programa del establishment ya se había intentado imponer bajo un gobierno popular”.
* Economista.
Andrés Asiain *:“Indispensable para la Junta Militar”
“El modelo económico instalado por Martínez de Hoz fue una parte indispensable del proyecto de la Junta Militar en sus objetivos políticos de terminar con la participación de los sectores populares en la política del país. Su modelo de acumulación de capital disminuyó el peso de la industria, y con ello redujo el poder sindical y el de los trabajadores, que había sido uno de los componentes estructurales que habían llevado a los trabajadores al centro de la toma de decisiones políticas en la Argentina. El plan también estableció un sistema financiero abierto a los mercados mundiales que generó una pérdida en la toma de decisiones por parte del gobierno y una transferencia de ese poder hacia los principales actores financieros con lazos con el establishment local. Estos dos conjuntos conforman el proyecto económico de Martínez de Hoz. Me parece de suma importancia que ahora se esté juzgando a la pata económica de aquel proceso, ya que pone en claro que la dictadura no fue apenas una locura, sino que los militares fueron la mano de obra para la instalación de un proyecto de país. En este contexto, Martínez de Hoz, por sus vínculos internacionales –con el grupo Rockefeller– y locales –empresariales, agrarios– representa el arquetipo ideal de esta confluencia de intereses”.
* Profesor e investigador de la FCE-UBA y Conicet.
Producción: Federico Poore.

28 de abril de 2010

“Hay que industrializar el país y lograr una sociedad integrada”

http://www.elargentino.com/nota-88485-Hay-que-industrializar-el-pais-y-lograr-una-sociedad-integrada.html#

El director del Centro de Investigación en Economía Política y Comunicación (CIEPyC - UNLP) sostuvo que la Argentina debe desarrollar sus recursos agrícolas hacia productos con alto valor agregado y terminar de rescatar a la industria nacional.

Por Luis Autalán

“Minimizar el desempeño macroeconómico de la Argentina, como mínimo, es un error”, reflexionó el economista Gerardo De Santis, quien además de haberse desempeñado en la función pública en la órbita bonaerense preside el Centro de Investigación en Economía Política y Comunicación (CIEPyC) de la Universidad Nacional de La Plata. Allí incluso desarrolla su vocación docente en el ámbito de la facultad de Ciencias Económicas y también en la de Periodismo.

De Santis se manifestó en favor del modelo aplicado en el país desde el 2003 y con respecto a algunas miradas que añoran la situación del país en los ’90, repasó el panorama internacional en el 2009 para realzar el modelo actual: “El mundo atravesó una crisis muy importante, que se originó en las naciones más desarrolladas. Allí se apreció una caída del PBI significativa: en Europa un 4,5%, los Estados Unidos un 2,5% y en Japón más del 5 por ciento. En este contexto, la economía argentina fue una de las menos afectadas y se recuperó a un ritmo fortísimo sobre la base del mercado interno. Este año el crecimiento ya alcanzó el 6%, con una demanda sostenida y sólida. Por eso, el ‘viento de cola’, que a veces se marca para minimizar el desempeño argentino, recién está comenzando ahora”.

–¿Son virtudes del modelo?
– Claro, y esto fortalecerá el crecimiento. Pero la virtud del modelo macroeconómico es que soportó la crisis internacional, porque se protegió el mercado interno, a la industria, al empleo y se reforzó la demanda interna. Todo fue sin ingreso de capitales , como sí ocurrió en los ’90. La expansión desde el 2003 hasta hoy se financió con recursos propios o ahorro interno, con mayor intervención del sector público, mayor consumo e inversión, se atenuó –en parte– la caída de la inversión privada. La suma de esos factores permitió mantener a la economía en un nivel importante.

–¿Merced al aporte de los sectores agropecuarios también?
– ¡Por supuesto! Y vale tomar en cuenta un dato: el año pasado hubo una sequía importante que afectó la actividad económica, pero tampoco eso frenó la recuperación. Y ahora comenzarán a apreciarse lo que referíamos como “viento de cola”, por el ingreso de divisas de los productores.

–¿Desde dónde corresponde analizar entonces la polémica por las retenciones al campo? –En mi opinión hay que entenderla como la discusión sobre la política para el tipo de cambio. La Argentina desde 1976 y con mayor énfasis en los ’90, llevó adelante una política que perjudicó a la industria y la dejó en una situación muy delicada, con cierre de empresas y las consiguientes pérdidas de puestos de trabajo.

Desde el 2003 a la fecha, vemos un intento por recuperar y resucitar esa industria, de allí que se estableció un tipo de cambio competitivo. Un poco más alto que el que surgiría del propio funcionamiento del mercado, nosotros estimamos que está casi un 20% por encima del valor de mercado. Ahora ese tipo de cambio lo necesita la industria, porque está en desventaja con el resto del mundo, con escalas menores y la historia que arrastra. Este caso no es el de los sectores agropecuarios, que sí tienen ventajas con relación al ámbito internacional, naturales, en cuanto a la siembra directa, a la tecnología y otras. No necesita de un tipo más alto del que podría surgir del libre juego del mercado. Entonces las retenciones lo que hacen, hasta un 20%, es un tipo de cambio de equilibrio. Tomando los valores de hoy, a 4 pesos, hay un cambio sostenido por el Banco Central y el Gobierno, digamos en un 20 por ciento. Sin esa intervención tendríamos un dólar a 3,20 pesos.

Hasta aquí no se puede hablar de impuestos, sí de tipos de cambio diferenciales, porque la economía argentina tiene una estructura productiva desequilibrada. Hay un sector agropecuario muy competitivo por las ventajas que ya comentamos y está la industria que necesita protección, y que fue maltratada durante años.

A partir de ahí hay retenciones que son mayores del 20%, en particular la soja, porque está la intención de gravar a este sector ya que su rentabilidad es mayor que la del resto de las actividades agropecuarias, por lo tanto se privilegia su cultivo con un riesgo, que vamos rumbo a una ‘monoproducción’. Pero aún así, con un 35% de las retenciones, la soja sigue desplazando a otros cultivos.

–En el marco impositivo de control la AFIP destaca los alcances del operativo ‘Cosecha Gruesa’ y que allí se verifica un alto porcentaje de evasión…
–Una forma de ver, indirecta, el nivel de evasión, fue cuando se realizó una política de subsidios cruzados, para intentar plasmar buenos precios a los productores y que esos precios llegaran baratos a la industria. ¿Qué sucedió? Muy simple: no hubo un pedido masivo de tales subsidios ya que para tramitarlos hay que cumplir todos los requisitos formales.

–¿Cómo ve usted el rol de la AFIP conforme este crecimiento?
–En cuanto a la recaudación en general, hay una mejora considerable, con respecto a los ’90, donde la presión tributaria estaba en 22 puntos del PBI, y subió 7 u 8 puntos, algo necesario para nuestra economía, que hoy está en niveles razonables. También corresponde advertir que hay sectores con demasiada presión y otros reciben una presión muy baja y tienen evasión.

El Impuesto a las Ganancias ha mejorado su percepción en este período, y también parte del aumento de la presión se aprecia con algunos impuestos como las retenciones y el tributo a los débitos y créditos bancarios. Digamos, hay mejoras en la percepción tributaria, cuantitativamente importantes y cualitativamente para revisar y mejorar, pero esa evolución permitió superávit fiscal y primario, lo cual es una gran noticia para la historia de nuestra economía.

–El impuesto al cheque también ha generado polémicas…
–Es que es un tributo con puntos negativos porque se percibe donde hay movimientos, sin considerar la situación del que realiza esas operaciones, si gana o pierde.

Se planteó en un momento difícil de las finanzas públicas, pero no obstante su modificación tendría que darse como una renovación de las coparticipaciones, un tema pendiente desde 1994, y resolver en un marco integral, no con un parche. Sin perjuicio de ello, derogarlo sería un camino correcto, ya que no tiene muy en cuenta la situación del contribuyente.

–¿Qué opina del gasto social?
–Hoy existen mejoras en la distribución del ingreso, la Argentina tiene que incrementar el gasto público, por ejemplo hoy la educación es el 6% del PBI, y esa es una inversión real, como salud e infraestructura. Lo pendiente es cómo se gasta, y aplicar recursos lo mejor posible.

–Si tuviera que enviarle un brevísimo mail a un economista extranjero para hablarle de la Argentina de hoy, ¿qué escribiría?
–Que estamos bien, pasamos la crisis con impactos mínimos, seguimos teniendo problemas estructurales, difíciles de resolver y que se constituyen en el desafío de nuestra dirigencia como una cuestión urgente para afrontar con decisión.

27 de abril de 2010

Sobre el ajuste por inflación en la AUH



La AUH es un subsistema no retributivo del sistema de asignaciones familiares que rige para todos los trabajadores, desocupados o jubilados y pensionados con carácter nacional y obligatorio, por lo tanto no corresponde desacoplarlo del sistema general actualizando solamente ese componente.
La AUH se va a actualizar de la misma forma en que se actualicen las asignaciones familiares para el conjunto de los trabajadores.
Esta actualización “discrecional” (que no lo es tanto en cuanto es el resultado de un proceso de negociación y resolución del conflicto entre capital y trabajo del cual el estado forma parte como mediador) ha traído mejores resultados para los trabajadores desde 2003 que cualquier índice de actualización: aumentó el 350%.
Sacar a la AUH de esa lógica implica debilitar su poder de negociación ya que justamente al ser parte de un sistema junto al conjunto de los trabajadores le da más fuerza a la posibilidad de actualizar el monto como ha venido sucediendo (al menos con la correlación de fuerza actual).
La idea de pensar actualizaciones para la AUH parte de la concepción errónea de que se trata de una política de tipo asistencial de transferencia de ingresos como fuera el plan jefes y jefas de hogar y no como parte de un sistema de seguridad social que ahora finalmente logra incluir a (casi) la totalidad de los trabajadores con alguna prestación que solo percibían los trabajadores formales. Es decir forma parte de una concepción distinta donde el mundo del trabajo sigue siendo el centro y el estado el que garantiza derechos sociales para todos incluyendo a los que por haberse desempeñado o estar en el sector informal no son alcanzados. Lo mismo sucede con la incorporación de trabajadores sin aportes al régimen jubilatorio.
La AUH es muy superior al plan jefes y es distinto a una asignación universal al estilo de un ingreso ciudadano. Es la refundación de un estado social que garantice los derechos de los ciudadanos a partir de un sistema solidario de seguridad social.
En el caso de querer asignar un índice de actualización entonces, este debería ser para todo el sistema. El caso de la movilidad jubilatoria sirve de ejemplo. La movilidad es buena pero ya se hacen mas difíciles (no imposibles) los saltos en el nivel de las jubilaciones más allá de lo que predice la ley de movilidad y por lo tanto como los niveles de los que se parte no eran muy elevados no se alcanza el objetivo de jubilaciones más dignas.
Que se desacoplen los aumentos entre la AUH y el resto de las asignaciones familiares (incluyendo la que se percibe por hijo) puede llegar a provocar que en determinado momento le convenga al trabajador aparecer como informal a trabajador formal (algo parecido a lo que sucedería con los trabajadores del servicio domestico que no están (hay un proyecto enviado por el ejecutivo para incluirlos y otorgar algunos beneficios mas) en el régimen de asignaciones familiares.
Finalmente, si se quiere proteger de las consecuencias de la inflación a los trabajadores más vulnerables, la mejor política es contener la inflación.
No obstante creo conveniente que en el segundo semestre como viene sucediendo en los últimos años y en el marco del consejo del salario se proponga un aumento del 35% en las asignaciones por hijo para todos llevando el mínimo a $240 y dejando constancia por primera vez en el decreto de aumento que la AUH se corresponde con la del resto de los trabajadores.
Creo también que existen posibilidades de ampliar la cobertura de la propia AUH a trabajadores hoy no incluidos (monotributistas de menores categorías, alumnos de escuelas privadas con subsidio del 100%) equiparar regimenes provinciales o explorar incluir otros beneficios de la seguridad social para estos trabajadores informales, siempre continuando la lucha para que dejen de ser informales y se sumen al régimen general como formales.
Además, no estoy seguro si ya se hace, se podría descontar todo el IVA de las compras realizadas con las tarjetas de AUH o permitir viajes gratis en transporte publico o tarifas reducidas para más cosas de forma de poder focalizar mas la política de subsidios y aumentar las tarifas al resto de nosotros que percibimos el mismo subsidio en muchos de los servicios públicos.

Proyecto de Ley de Servicios Financieros para el Desarrollo Económico y Social






El proyecto de Ley que ponemos a consideración se funda en 2 ejes:
• La definición de la actividad financiera es un servicio público
• Se concibe la Ley a partir de las necesidades de los usuarios y no de las entidades financieras
La actividad Financiera como servicio público
La actividad financiera es un servicio público orientado a satisfacer las necesidades transaccionales, de ahorro y crédito de todos los habitantes de la Nación, y contribuir a su desarrollo economito y social. (Art. 1 )
Proyecto de Ley concebido a partir de las necesidades de los usuarios
• Orientación del crédito hacia las micro, pequeñas y medianas empresas y regulación de tasas de interés activas
• Establecimiento de “Servicios Esenciales” dirigidos hacia los sectores de menos ingresos de la población con un nivel máximo de comisiones (en algunos casos sin comisiones)
• Creación de la Defensoría del Usuario de Servicios Financieros en el Ámbito del Banco Central
• Constitución de un Departamento de Atención al Usuario de Servicios Financieros en cada entidad financiera
• Definición de un Código de Conducta para las entidades
Objetivos de la Ley:
• Promover el acceso universal a los servicios financieros
• Proveer medios de pago y transaccionales eficientes para facilitar la actividad económica y las necesidades de los usuarios
• Fortalecer el ahorro nacional mediante productos financieros acordes a las necesidades de los usuarios
• Proteger los ahorros colocados en las entidades financieras, en particular a los correspondientes a los pequeños y medianos ahorristas.
• Impulsar el financiamiento productivo general, en particular de las micro, pequeñas y medianas empresas nacionales
• Promover el crédito destinado a satisfacer las necesidades de vivienda y consumo de las personas y grupos familiares
• Alentar una distribución regional equitativa de la actividad financiera
• Preservar la estabilidad del sistema financiero
Nuevas condiciones para las regulaciones
A las habituales ponderaciones de clase, naturaleza jurídica y otras para establecer regulaciones y exigencias diferenciales, por este proyecto el BCRA deberá tener en cuenta también:
• Origen del capital de las entidades
• Características económicas y sociales de los sectores y regiones atendidos
Diferenciación entre entidades nacionales y extranjeras
• Se incorpora una definición precisa para diferenciar las entidades de capital nacional y las de capital extranjero. Sucintamente, aquella que tenga más de un 30% de capital de origen extranjero, o que su decisión prevalezca en las asambleas de accionistas, será considerada como extranjera
• Para las entidades financieras de capital extranjero y para las representaciones de entidades financieras del exterior se incorporan criterios más restrictivos para su actuación en el sistema financiero nacional. Algunos de estos criterios se encontraban presentes en textos legales anteriores a la Ley 21.526
• Se otorga al Poder Ejecutivo Nacional la facultad de autorización para el funcionamiento de nuevas entidades de capital extranjero, así como para aumentos de participación en el capital de entidades financieras y nuevas inversiones del exterior en el sistema financiero. Además, se reestablece el criterio de reciprocidad con los países de origen
Nuevos requisitos para autorizar sucursales
• Se establece que la política de autorizaciones de filiales deberá guiarse por el objetivo de ampliar la cobertura geográfica del sistema financiero de modo de facilitar el acceso de los usuarios a sus servicios, así como evitar una excesiva concentración de filiales en las diferentes plazas, en particular en los centros urbanos densamente poblados
Publicidad
• Se obliga a las entidades locales de capital extranjero a poner en conocimiento del público los supuestos en que su grupo accionario mayoritario no respalde en su totalidad las operaciones realizadas en la Argentina
Operaciones de las entidades financieras
• Se establece un listado taxativo de operaciones para los Bancos Comerciales con el criterio de “banca universal”, abandonando el criterio anterior de admitir toda operatoria que no se encuentre expresamente prohibida
• Se establecen disposiciones más estrictas sobre la explotación de empresas no financieras por parte de las entidades. Se anula la posibilidad de que las entidades financieras sean propietarias de acciones de otras entidades financieras
Regulaciones
• Calce de operaciones en moneda extranjera. Los depósitos en moneda extranjera deberán aplicarse mayoritariamente en operaciones en las cuales el deudor tenga ingresos en moneda extranjera
• Tasas de interés Máxima para préstamos a micro y pequeñas empresas: las tasas no podrán superar en una proporción del 5% a una tasa promedio ponderada del sistema financiero para ese segmento.
• Tasa de interés Máxima para préstamos personales inferiores a los $100.000 (idem anterior)
Democratización de los Servicios Financieros
• Se encomienda al Banco Central establecer un listado de “Servicios Esenciales” que las entidades deberán ofrecer dirigidos hacia los sectores de menores ingresos de la población, para que los que se fijarán pautas operativas determinadas y un nivel máximo de comisiones
• Las entidades financieras deberán destinar, directa o indirectamente, no menos de un 38% del total de sus financiaciones al sector privado a las Micro, Pequeñas y Medianas empresas (Mipymes) y un 2% a microemprendimientos
• Se impone a las entidades financieras la realización anual de un “Informe sobre Contribución a la Democratización de los Servicios”, como sucede en otros países
Protección del Usuario de Servicios Financieros• Se crea la Defensoría del Usuario de Servicios Financieros en el ámbito del Banco Central cuya misión consiste en la defensa y protección de los intereses de los usuarios financieros frente a los actos, hechos u omisiones de las entidades financieras. Son funciones de la Defensoría constituirse como segunda instancia de reclamos interpuestos por los usuarios y realizar análisis y estudios sobre las necesidades, intereses y grados de satisfacción de los usuarios

• Las entidades están obligadas a dar tratamiento y resolver los reclamos que presenten sus usuarios, por lo que al efecto deberán disponer de un Departamento de Atención a Usuarios de sus servicios financieros
• Se encomienda al Banco Central implementar un Código de Conducta de las entidades financieras
Defensa de la Competencia
• El Banco Central deberá monitorear el nivel de concentración de las diferentes operatorias y adoptar medidas correctivas cuando se vean afectadas las condiciones de competencia
• Ninguna entidad financiera privada podrá tener una participación en el conjunto del sistema financiero superior al 8%, tanto en el total de los depósitos provenientes del sector privado, como en el total de préstamos otorgados al sector privado
Garantía de Depósitos
• El proyecto propone un régimen con garantía Estatal, garantizado por el Estado Nacional, que resulta obligatorio para todas las entidades financieras, con un límite de hasta $100.000 por depositante o su equivalente en moneda extranjera y cualquiera sea la tasa pagada por los depósitos. La idea es reincorporar al seno del BCRA el Sistema de Garantía de Depósitos que fue parcialmente privatizado mediante la Ley 24.485. Se transfieren al Estado Nacional los activos del “Fondo de Garantía de los Depósitos” que administrará al Banco Central. El objetivo es generar un sistema más productivo desde el punto de vista del depositante.
Bajar Proyecto de Ley de Servicios Financieros

25 de abril de 2010

Chocolate

Recuerdo

A Leonardo Perichinsky
A mediados del mes de abril/09 el presidente de EE.UU., Barack Obama, expresaba lo siguiente: “Lo que me parece una aberración es una situación en la que las ganancias de las empresas del sector financiero representaban un porcentaje demasiado alto de nuestra rentabilidad, cosa que ocurrió durante toda la última década. Creo que es importante entender que parte de esa riqueza, en primer lugar, era ilusoria. Creo que siempre existió la percepción de que lo que ocurrió en Wall Street en los últimos diez o quince años era insostenible”.
A fines de abril/09 el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó su panorama económico, en el que considera que el impacto de la crisis internacional sobre la economía argentina será breve, porque, entre otras cosas, el sistema financiero de nuestro país no está dañado por la crisis, porque el precio de los commodities que Argentina exporta ya había tocado un piso y el sector privado tenía una deuda manejable.
Leonardo diría: “Chocolate”.
En su nota de junio de 2007 del primer número de Entrelíneas, “Turbulencias financieras internacionales: causas y azares. Los resguardos de la economía Argentina (primera parte)”, ya nos decía lo que muchos dijeron luego. Algunas de las frases de esa nota son las siguientes:
“La fuerte caída en la Bolsa de valores china del 27 de febrero, y el contagio hacia todas las bolsas del mundo, nos recordó (por enésima vez) la fragilidad extrema del sistema financiero internacional y los dilemas no resueltos del actual régimen monetario mundial”.
“Ahora que pasó la tormenta, y que todo sigue como si nada hubiese pasado, seguimos interesados en discutir las posibles causas que explican los cimbronazos a los que nos tiene cada vez más acostumbrados el sistema financiero internacional.”
Después de estos señalamientos empíricos, se sumergía en una frase de enorme contenido teórico: “La pretensión del capital financiero de obtener renta sin necesidad de pasar por la producción puede ser convalidada en la medida en que existan nuevas zonas con mano de obra disciplinada y un importante potencial de ampliación de la capacidad de generar excedentes. En este sentido, China se constituye hoy como el principal pulmón de la economía mundial”. Así, de un plumazo nos mostraba cómo bajo el dominio de las finanzas el capitalismo alcanza su estadio más avanzado en la conformación del sistema mundial, en la cual la pretensión más “pura” del capital, solo puede mantenerse a costa de la incorporación tardía de China a la acumulación a escala global.
En Entrelíneas Nº 2, de julio de 2007, “Turbulencias financieras e internacionales: causas y azares. Los resguardos de la economía argentina (segunda parte)”, entre otras cosas, sostenía, hablando de Argentina:
“El panorama podría completarse destacando que el esquema macroeconómico actual es consistente, y de menor fragilidad frente a las turbulencias financieras que el existente durante los años ’90, fundamentalmente porque no requiere ingreso de capitales y no posee necesidades significativas de financiamiento externo”.
En una nota anterior, del 4 de junio de 2006, publicada en Página/12, analizaba las implicancias de “una posible crisis financiera a gran escala sobre Argentina” y finalizaba con una recomendación de política determinante: “Lo ideal sería correrse lo más posible. Cuanto más diversificada sea nuestra estructura productiva y nuestro comercio, y menos dependiente seamos del financiamiento externo, menores serán los efectos de una crisis financiera de gran escala”.
Leonardo no era adivino, analizaba y opinaba con honestidad intelectual desde la realidad material y dialéctica de nuestra sociedad y desde los intereses de nuestro pueblo.
Ciepyc - Universidad Nacional de La Plata.

23 de abril de 2010

Relevancia actual del pensamiento de Raúl Prebisch

Por Aldo Ferrer

Periódicamente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas organiza, en su sede de Santiago de Chile, conferencias en homenaje de Raúl Prebisch. Este año tiene lugar la Novena Conferencia Prebisch y he sido invitado a pronunciarla. En esta nota comparto con los lectores de Buenos Aires Económico algunas de las ideas de mi presentación.

En su análisis de los problemas del desarrollo de América latina, Raúl Prebisch siempre vinculó las condiciones internas de los países de la región con su contexto internacional y la inestabilidad de corto plazo con la vulnerabilidad estructural en el largo. Su preocupación central fue cómo fortalecer nuestra capacidad de respuesta frente a los desafíos y oportunidades del orden mundial que, actualmente, denominamos globalización. De esa aproximación a la realidad, surgieron sus aportes sobre el modelo centro-periferia, los términos de intercambio, la industrialización, la integración regional, la distribución del ingreso y las políticas públicas convenientes.

Los problemas “históricos” de la globalización se entrecruzan ahora con la gran crisis financiera y sus repercusiones en la economía real. La crisis ha desencadenado transformaciones en el sistema mundial que modifican algunos de sus comportamientos. Subsisten, sin embargo, rasgos esenciales de la globalización y sus relaciones con el desarrollo de las economías nacionales. Entre los cambios provocados por la crisis se destacan los siguientes:

El Estado. Se están ampliando las áreas de actuación de las políticas públicas, no sólo en la regulación del sistema financiero sino, también, en la de los mercados, la distribución del ingreso y la demanda agregada. El enfoque keynesiano, destinado a sostener la producción y el empleo, vuelve a instalarse, en el marco de una presencia masiva del Estado.

Las ideas. La crisis provocó la pérdida de influencia del canon neoliberal y el surgimiento de nuevas versiones del paradigma keynesiano en las mayores economías industriales. Esto incluye el debilitamiento de lo que Prebisch llamó el “pensamiento céntrico” y su gravitación en los países en la periferia del sistema. Aparece así un “vacío teórico”, en el cual la racionalidad de los centros dominantes pierde bases de sustentación teórica y, consecuentemente, debilita su influencia hegemónica sobre las ideas y las políticas económicas del resto del mundo.

Es una situación, en alguna medida, comparable a la del vacío teórico producido en la crisis del ’30, que dio lugar a las reflexiones de Prebisch y a la posterior formación del enfoque estructuralista latinoamericano. La estrategia neoliberal ha perdido respetabilidad teórica, en tanto, las propuestas del estructuralismo latinoamericano, han revelado su viabilidad en el contexto de la experiencia de las naciones emergentes de la Cuenca Asia-Pacífico. Es, por lo tanto, impostergable –como propuso Prebisch– observar el mundo desde nuestras perspectivas y construir visiones y políticas para sustentar el desarrollo con equidad dentro del orden global. De todos modos, conviene no hacerse ilusiones. Al interior de nuestros mismos países, sucede, como ocurre en el caso argentino, que la ideología neoliberal está arraigada en influyentes sectores de intereses y opinión aunque su aplicación haya sido inconveniente.

La crisis mundial no ha modificado los comportamientos fundamentales del desarrollo económico y la globalización. El desarrollo continúa descansando en la capacidad de cada país de gestionar el conocimiento, es decir, de participar en la creación y difusión de conocimientos y tecnologías y de incorporarlos en el conjunto de su actividad económica y relaciones sociales. El desarrollo económico sigue siendo un proceso de transformación de la economía y la sociedad fundado en la acumulación de capital, conocimientos, tecnología, capacidad de gestión y organización de recursos, educación y capacidades de la fuerza de trabajo y de estabilidad y permeabilidad de las instituciones, dentro de las cuales la sociedad transa sus conflictos y moviliza su potencial de recursos. El desarrollo es acumulación en este sentido amplio y la acumulación se realiza, en primer lugar, dentro del espacio propio de cada país.

El desarrollo implica la organización y la integración de la creatividad y de los recursos de cada país para poner en marcha los procesos de acumulación en sentido amplio. El proceso es indelegable en factores exógenos, los cuales, librados a su propia dinámica, sólo pueden desarticular un espacio nacional y estructurarlo en torno de centros de decisión extranacionales y, por lo tanto, frustrar los procesos de acumulación, es decir, el desarrollo. Un país puede crecer, aumentar la producción, el empleo y la productividad de los factores, impulsado por agentes exógenos, como sucedió con la Argentina en la etapa de la economía primaria exportadora. Pero puede crecer sin desarrollo, es decir, sin crear una organización de la economía y la sociedad capaz de movilizar los procesos de acumulación inherentes al desarrollo o, dicho de otro modo, sin incorporar los conocimientos científicos y sus aplicaciones tecnológicas en el conjunto de su actividad económica y social.

La globalización pone a prueba la densidad nacional de los países. Entre sus condiciones constitutivas figuran la integración de la sociedad, liderazgos con estrategias de acumulación de poder fundado en el dominio y la movilización de los recursos disponibles dentro del espacio nacional, la estabilidad institucional y política de largo plazo, la vigencia de un pensamiento crítico no subordinado a los criterios de los centros hegemónicos del orden mundial y, consecuentemente, políticas económicas generadoras de oportunidades para amplios sectores sociales, protectoras de los intereses nacionales y capaces de arbitrar los conflictos distributivos para asegurar los equilibrios macroeconómicos

En la actualidad se acrecentó la intensidad de las fuerzas globalizadoras y fortalecieron las reglas del juego diseñadas por los países centrales. Pero, al mismo tiempo, se multiplicaron las oportunidades y la apertura de nuevos espacios para el desarrollo económico de los países rezagados. La calidad de las respuestas a los desafíos y oportunidades de la globalización resulta así más decisiva aún que en el pasado para determinar el éxito o el fracaso. Tales respuestas siguen dependiendo, en primer lugar, de la fortaleza de la densidad nacional de cada país.

El orden global proporciona un marco de referencia para el desarrollo de cada país. Pero la forma de inserción en su contexto externo depende, en primer lugar, de factores endógenos, propios de la realidad interna del mismo país. En el transcurso de los últimos doscientos años, las asimetrías crecientes en el desarrollo económico de los países resultan del ejercicio del poder por las potencias dominantes pero, en última instancia, dependen de la aptitud de cada sociedad para participar en las transformaciones desencadenadas por el avance de la ciencia y de sus aplicaciones tecnológicas. En este último sentido puede decirse que cada país tiene la globalización que se merece.La actual crisis mundial y los cambios previsibles no modifican este comportamiento fundamental del sistema global.

¿Qué enseñanzas dejan los acontecimientos actuales a países en desarrollo, incluyendo los nuestros de América latina? En resumen, nada nuevo. Concluir que, para defenderse de las turbulencias externas, es preciso tener la casa en orden, es decir, operar con sólidos equilibrios macroeconómicos en las finanzas públicas y los pagos internacionales. Cabe observar cuánta injusticia hubo en la crítica neoliberal al estructuralismo, en el sentido de que promovió políticas que generaron desequilibrios macroeconómicos e inflación. En particular Prebisch, en el marco de sus propuestas de cambio estructural, siempre enfatizó la importancia decisiva de la estabilidad macroeconómica. Cuando la realidad, en algunos de nuestros países, se desvió hacia el desequilibrio y la inflación, no fue por la propuesta sino por el desacierto en las políticas fiscales, monetarias y de pagos internacionales.

En resumen, los cambios actuales en el orden mundial no cambian la naturaleza del de­sarrollo económico que sigue siendo lo que siempre fue, es decir, la construcción de cada sociedad, en su espacio nacional, de las sinergias esenciales para desplegar su potencial de recursos, generando y asimilando el conocimiento disponible. Los acontecimientos actuales vuelven a demostrar el papel fundamental de la densidad nacional de los países para vivir con lo suyo, abiertos al mundo, en el comando de su propio destino.

Así como Keynes vuelve al Norte, aquí, en el Sur latinoamericano, vuelven Raúl Prebisch, Celso Furtado y los otros fundadores del estructuralismo vernáculo como referencia esencial para enfrentar, con éxito, los desafíos que plantea la emergencia de un nuevo orden mundial a partir de la resolución de la extraordinaria crisis de fines de la primera década del siglo XXI.

22 de abril de 2010

LEO

LEONARDO PERICHINSKY


(Q.E.P.D.) Falleció el 22-04-2009.- Sus amigos del CIEPYC recuerdan a Leonardo Perichinsky en el aniversario de su fallecimiento y saludan con mucho cariño a su familia. Lo llevamos en nuestras mentes y corazones por su amistad y compromiso y su irremplazable trabajo profesional.

20 de abril de 2010

Data actualizada de la EPH sobre distribución del Y

El INDEC actualizó la información sobre la distribución del ingreso en base a información proveniente de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). En el blog Datos Duros se encuentra el siguiente análisis de la información: "el Ingreso promedio per Cápita de toooda la población relevada por la EPH, creció un 239,5% entre los 3ºs trimestres de 2003 y 2009" y "sólo los deciles 10 y 9 registraron un crecimiento de sus ingresos per cápita medio por debajo del promedio del total de la población, en tanto que en el resto de los deciles el crecimiento fue notoriamente superior al promedio. Es más, lo notable es que a menor escala de ingresos fue mayor el crecimiento, esto es, cuanto menor los ingresos, mayor fue el crecimiento. Destacándose el Decil 1, de menor Ingreso per Cápita, cuyo Ingreso medio creció un 441,1%."

19 de abril de 2010

Había una vez tres países y una convención de economistas

Había una vez tres países, MM, DD y KK, que eran objeto de estudio de una convención de intercambio entre economistas y científicos sociales. 
El estudio de los tres países se realizaba sobre la base de la Balanza de Pagos de cada uno de ellos, cuyos cuadros resúmenes figuran a continuación.


MM
DD
KK
1.
CUENTA CORRIENTE
-75.142
-12.746
50.186

1.1. COMERCIO
-39.382
1.691
98.203

     1.1.1.  X DE BS. Y S
194.890
62.447
390.806

     1.1.2.  M DE BS. Y S
234.272
60.756
292.603

1.2. PAGOS NETOS DE RENTAS
-40.110
-15.261
-53.106

     1.2.1. INTERESES NETOS PAGADOS
-25.883
-13.393
-23.136

     1.2.2. UTILIDADES NETAS REMITIDAS
-14.227
-1.868
-29.970

1.3 TRANSFERENCIAS CORRIENTES
4.350
824
5.089
2.
CUENTA FINANCIERA
106.528
3.028
-16.363

2.1. SECTOR BANCARIO
10.030
11.655
-18.661

2.2. SECTOR PUBLICO NO FINANCIERO
55.092
4.865
17.108

2.3 SECTOR PRIVADO NO FINANCIERO
41.406
-13.492
-14.810
3.
ERRORES Y OMISIONES
-11.949
-3.078
1.528
4.
VARIACION DE RESERVAS INTERNACIONALES
19.898
-12.523
35.741

En la primera jornada, uno de los economistas explicó a los neófitos que la Balanza de Pagos registra las operaciones económicas internacionales de un país con el resto del mundo. Esas operaciones son de diversa índole, advirtió, y pasó a explicar sus componentes. La cuenta corriente registra, básicamente, dos tipos de operaciones: por un lado, el comercio del país, esto es, sus exportaciones e importaciones de bienes y servicios. El otro rubro está conformado por los intereses que se pagan por deudas que el país tiene (si ese acreedor cobra intereses) y las utilidades y dividendos que las empresas multinacionales envían a sus casas matrices (si el país fuese de donde las casas centrales de esas multinacionales están radicadas, el país recibiría utilidades). (Lo aclarado entre paréntesis no es el caso de ninguno de los tres países analizados.)

Por otro lado está la cuenta financiera, que a su vez se descompone en tres rubros. En Sector Bancario se registran los movimientos de fondos de entidades financieras residentes con los no residentes (ejemplo, entrada de divisas por préstamos que estas entidades toman en el resto del mundo). En Sector Público no Financiero se registra el movimiento de capitales motivado en operaciones del Estado (por ejemplo figura con signo positivo el ingreso de capitales cuando el Estado se endeuda en el exterior). Por último, en esta cuenta se registra lo actuado por el Sector Privado no Financiero, los valores positivos implican ingresos de capitales al sector privado (por ejemplo las acciones de una empresa residente son vendidas a un no residente) y los valores negativos implican que los residentes adquieren activos contra no residentes (un depósito en el exterior) o bien cancelan deudas con no residentes.

Como todas estas transacciones se realizan con divisas, monedas de aceptación internacional, el resultado puede dar un aumento o una disminución de las reservas del Banco Central del país.
Una vez terminada la exposición, los economistas demostraron su entusiasmo con el país MM; sostenían que si bien tenía un déficit comercial de u$s39.382 millones e intereses y utilidades a pagar por u$s40.110 millones, el país parecía confiable porque recibía préstamos tanto para el sector público por u$s55.092 millones como para el privado por u$s41.406 millones. Y esto daba como resultado un aumento en sus reservas internacionales de u$s19.898 millones.

El presidente de la convención, Juan Carlos De Pavo, sostenía que MM era un país confiable para los inversores extranjeros, porque si bien tiene déficits corriente y probablemente fiscal (por el tamaño de los ingresos externos que recibe el Sector Público) alguien le da préstamos para financiarlo por ser un país con seguridad jurídica y un modelo económico de largo plazo.

Del segundo país, el DD, también efectuaban comentarios favorables: presenta un pequeño superávit comercial de u$s1.691 millones y pagos netos en intereses y utilidades por u$s15.261 millones.

El país recibe préstamos a través del Sector Bancario (desde el exterior le prestan al Banco Central para “blindar” el sistema financiero) y del Sector Público (que realiza un megacanje de bonos viejos de tasas bajas por otros de tasas más altas y puede entonces recibir ingresos adicionales para tapar su agujero fiscal).

Con todos esos ingresos de divisas, ya que el Sector Privado se encarga de llevar dólares al exterior, caen sus reservas en u$s12.523 millones.

Otro miembro de la convención, Alfonso Morgan, planteaba que el blindaje financiero era una buena alternativa para el país, que expresaba la confianza de los organismos internacionales de crédito y que el canje de la deuda sería un muy buen negocio. Respecto del tercer país, sostenían que si bien mostraba un superávit comercial de u$s98.203 millones y acumulaba reservas por u$s35.741 millones, no les agradaba mucho porque no atraía capitales. “No es un país confiable, no debe tener seguridad jurídica”, comentaba Ricardo López (que no sabía cómo hacer para diferenciarse en la guía de teléfonos y le molestaba que le dijeran Lopecito), mientras que Miguel Ángel Border concluía: lo que ocurre es que los países MM y DD están administrados por prestigiosos economistas mientras que el ministro de Economía en KK es un abogado desalineado que no sabe nada de economía.

La mayoría de los científicos sociales y algunos pocos economistas los miraban atónitos. Pasaba casualmente por allí Leonardo Del Pópolo, que después de un pantallazo de los números miró a los economistas y les dijo: pero muchachos, ¿no se dan cuenta de que no son tres países distintos sino que es la Balanza de Pagos acumulada de la Argentina para los períodos 92-99 (gobierno de Menem), 00-01 (gobierno de De La Rúa) y 03-09 (gobierno de los Kirchner)? Y continuó: “Se los explico: durante 92-99 la Argentina no generó ni un solo dólar genuinamente, tuvo un déficit corriente de 75.142 millones, sólo ingresaron dólares por privatizaciones por un total de 31.000 millones y endeudamiento por u$s70.000 millones.

O sea, ahorros de décadas anteriores que estaban acumulados en las empresas públicas y endeudamiento, que implica ahorros en el futuro para devolver esos créditos. Las reservas aumentaron en 19.898 millones por endeudamiento. Y durante 00-01 tampoco se generó ni un solo dólar genuino, hubo un déficit corriente de 12.746 millones, aunque nos seguimos endeudando (el BCRA por 11.655 y el Sector Público por 4865). Préstamos que los organismos multilaterales de crédito (FMI, BM) le otorgaban para salvar el modelo ejemplar de la época, créditos que terminaron financiando la fuga de capitales por un monto de u$s13.492millones, mientras caían las reservas en -12.523 millones.

Y amplió: durante 03-09 la Argentina generó dólares genuinamente por 50.186 millones, que le permitieron más que compensar la fuga de capitales de 14.810 para poder acumular reservas por 35.741 millones.

Y concluyó: muchachos, ¿ustedes son o se hacen? Para mí son. Y sin decir más, se fue.


Por Gerardo De Santis

6 de abril de 2010

Revista Entrelíneas de la Política Económica Nº 24 - Año 4

Editorial
Aunque abunden las declaraciones optimistas respecto a que ya pasó lo peor de la crisis internacional, el panorama real dista mucho de ser alentador. En la primera etapa de la crisis observamos la caída de los valores nominales de los activos financieros de toda índole, y luego su correlato en el sector real de las economías. En 2009, el PBI mundial cayó aproximadamente un 3% lo que se explica fundamentalmente por las grandes economías mundiales, Japón -5%, Europa -4.5%, EEUU -2.4% sólo compensados por China que creció 7.4%. Los pronósticos para EEUU y Europa son de una recuperación de 2% y 0.7% para 2010 y alcanzan para generar una expectativa favorable. Los pronósticos para EEUU y Europa son de una recuperación de 2% y 0.7% para 2010 y son de esos pronósticos que se hacen para generar una expectativa favorable. Los pronósticos para Argentina, esos que se hacen para generar incertidumbre, comenzaron a fines de 2009 con 1.5% y ya los han retocado “hacia arriba” varias veces hasta llegar a 4% para acercarse un poco a la realidad.

PRODUCTO PARA TODOS  
Gerardo De Santis
La pérdida de credibilidad del INDEC nos obliga a un doble trabajo: tratar de reconstruir los datos macroeconómicos y, por otro lado, luchar contra los pronósticos privados amparados en intereses ideológicos, que intentan mostrar que existió una profunda recesión en Argentina, incluso más profunda que la crisis del tequila cuando la desocupación alcanzó casi el 20%. A través de un ejercicio de consistencia del comportamiento de las variables macroeconómicas de la demanda agregada, se evidencia que un INDEC creíble podría estar mostrando las virtudes de este esquema macroeconómico para enfrentar las situaciones de crisis.

FUGA DE CAPITALES: UN CONCEPTO VAGO AL QUE HAN HECHO TRABAJAR 
Guillermo Bellingi
Durante 2008 y 2009 se ha consolidado un esquema que podríamos llamar de equilibrio en el mercado cambiario, dado que oferta y demanda de dólares se muestran en niveles relativamente similares sin grandes intervenciones del Banco Central ni alteraciones bruscas en el tipo de cambio. Pese a ello, valiéndose de la falta de definición científica del concepto “fuga de capitales”, algunos traen a la memoria episodios dramáticos de la economía nacional, que no se asemejan en absoluto a la actualidad.

LAS CUENTAS PÚBLICAS ¿Y AHORA QUÉ?
Rafael A. Selva
Uno de los pilares del esquema macroeconómico lo constituye el aumento de la intervención del Estado en la economía y en particular la acción directa que se traduce en mayor gasto público. La actual discusión por el uso de las reservas para el pago de deuda reinstaló el debate sobre el déficit fiscal e incluso dio lugar a proyecciones alarmistas sobre un supuesto agujero fiscal imposible de tapar. Sin embargo, las cuentas públicas no evidencian una situación insostenible..

AMÉRICA LATINA Y LA CRISIS INTERNACIONAL. SEGUNDA PARTE
  Julián Barberis
América Latina ya no es la misma que la de la década del 90. Ahora está en una situación más sólida para sortear una crisis internacional gracias a que consiguió desenchufarse de los capitales financieros especulativos y logró acumular por el lado del canal comercial. No obstante, la región no estuvo ajena a los efectos de la última crisis, ya que se sí se vio afectada por el canal real, razón por la cual la tasa de desempleo, por ejemplo, subió considerablemente durante el ultimo tiempo. Si embargo el impacto no fue tan catastrófico como anunciaban algunos pronósticos, es más, fue menos severo que en muchos de los países desarrollados.