22 de septiembre de 2010

“Hay que cambiar el Central y la mentalidad”

La presidenta de la autoridad monetaria celebró la presentación de un proyecto de ley para incorporar como objetivos de la entidad el crecimiento y el empleo. La iniciativa será elevada hoy al Congreso por un diputado del oficialismo.

 Por Tomás Lukin
“La actual Carta Orgánica del Banco Central no es coherente con este modelo productivo y nos condiciona a la hora de tomar decisiones. Nos ancla al cumplimiento de un objetivo único y excluyente, y se olvida de los objetivos de crecimiento, empleo y actividad productiva”, explicó la presidenta de la entidad, Mercedes Marcó del Pont, a Página/12. Hoy será un día importante respecto de este debate, ya que el diputado nacional Héctor Recalde (FpV) presentará el proyecto de ley para reformar la Carta Orgánica en ese sentido. La funcionaria no ocultó su entusiasmo con la iniciativa, que la tiene como autora ideológica, pero enfatizó la necesidad de acompañar el proceso con la construcción y difusión de un cuerpo de ideas económicas que sustenten los cambios y desplacen la visión ortodoxa.
“Hay que cambiar la ley para dejar por escrito lo que venimos haciendo hace siete años y continuar recreando la institucionalidad funcional a este nuevo modelo. Pero si cambiamos la ley y no cambiamos la forma de pensar las cuestiones monetarias, no lo vamos a resolver”, estimó la funcionaria en la conferencia de cierre del congreso de la Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina (AEDA). En el evento que duró dos días predominaron los enfoques alternativos a la visión dominante de los problemas económicos. Marcó del Pont lo valoró: destacó la relevancia de espacios como éste y recordó los cambios en la orientación ideológica de los invitados y los temas de debate durante las Jornadas Monetarias que organizó recientemente el BCRA, en convites donde predominó históricamente una visión ortodoxa.
La titular del BCRA considera que a diferencia de 2007, cuando ella misma presentó un proyecto de reforma para la Carta Orgánica –en esa iniciativa se basa el texto de Recalde–, la posibilidad de concretar los cambios son mayores. Sin embargo, la funcionaria asegura que las modificaciones serán incompletas si “en materia de política monetaria y financiera continúa predominando la concepción ideológica ortodoxa neoliberal, por eso tenemos que hacer un esfuerzo en el debate teórico”.
Marcó del Pont defendió el uso de las reservas internacionales para el pago de la deuda externa y remarcó que desde 2003 los lineamientos de la política monetaria, cambiaria y financiera no estuvieron dirigidos únicamente a la estabilidad de precios –como reza el mandato neoliberal de la Carta Orgánica–, sino que apuntaron a promover un proceso de crecimiento a partir del mercado interno y el empleo. Por eso, sostuvo que la entidad “tiene que recuperar lo que perdió en 1992 a manos de la convertibilidad. La política monetaria tiene que incorporar los objetivos de crecimiento y generación de empleo en forma consistente con la estabilidad de precios”, sostuvo durante su intervención.
Los objetivos múltiples y el énfasis en la necesidad de coordinación entre los distintos ámbitos del Gobierno están en sintonía con el diseño institucional de un amplio espectro de bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central de Brasil. La funcionaria estimó que la crisis financiera y las distintas respuestas de política terminaron de derribar los mitos alrededor del objetivo único y la independencia de los bancos centrales.
“Los cambios en la Carta Orgánica no responden a la despreocupación por lo que sucede en el terreno de los precios, sino a una visión totalmente distinta a la ortodoxa. La inflación no responde a un exceso de demanda o al incremento en cantidad de dinero circulando en la economía. Tenemos otra visión y por lo tanto otras políticas para abordar estos problemas”, explicó la funcionaria, quien consideró que la variación de precios responde a la variación de los precios internacionales, la puja distributiva y la concentración que exhiben algunos mercados.
“Si tengo que seguir yendo al Senado a discutir con representantes que se aterrorizan ante un proceso de expansión de los medios de pago porque creen que eso genera inflación, no servirá de nada el cambio en la Carta Orgánica”, remató la funcionaria en referencia a los cuestionamientos que recibió cuando visitó el Congreso para explicar los cambios en las pautas del Programa Monetario.
El mandato de Marcó del Pont al frente del BCRA concluye mañana, cuando también vence el cargo de cinco miembros del órgano de decisiones de la entidad. Frente al escenario político actual, la situación más probable es que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner designe “en comisión” –hasta que el Senado acuerde los pliegos que envíe el Ejecutivo– los cargos de la presidencia y la vicepresidencia para asegurar el normal funcionamiento del Banco. Así, Marcó del Pont y el segundo de la entidad, Miguel Pesce, continuarían en sus posiciones al frente de la autoridad monetaria.