18 de febrero de 2010

Desarrollo con Inclusión II

Desarrollo con inclusión significa que todas las medidas de política económica que se toman tienen como objetivo la necesidad de generar empleo productivo, porque el trabajo decente sigue siendo la mejor política social de promoción y articulación del tejido social, el elemento cohesionante de la familia y de la sociedad que permite el desarrollo de la persona. Pero a la vez se tiende a reparar la exclusión que dejó la política económica de los noventa, mediante la configuración de un nuevo Estado garante de la protección social del conjunto de la población, porque si bien las políticas de Estado llevadas a cabo han producido una mejora en la situación social, económica y financiera del país, reduciendo los niveles de pobreza y de marginalidad, subsisten situaciones de exclusión que es necesario atender.
Desarrollo con inclusión significa llevar adelante políticas públicas coordinadas en la perspectiva que la generación de más empleo constituye el sustento para el desarrollo. Así, el acceso a un empleo decente conjuntamente con una política de seguridad social amplia, sumado a la educación, la salud, la modernización o creación de infraestructura, servicios básicos, vivienda e ingresos, permitirá mejorar las condiciones de vida, avanzar sobre el núcleo más duro de la pobreza, consolidar progresivamente el desarrollo sostenible y conformar una política eficaz para redistribuir el ingreso.

15 de febrero de 2010

Dos clasicos del pensamiento económico nacional

TEMAS DE DEBATE:
Raúl Prebisch y Marcelo Diamand son dos economistas que en algún momento de su vida se atrevieron a nadar contra la corriente y ayudaron a plasmar modelos alternativos al mandato liberal. La vigencia de sus ideas.
Producción: Tomás Lukin

El mejor Prebisch
Raúl Prebisch fue, sin duda, una figura muy contradictoria, pendular. Pese a su origen socialista, participará en dos hitos de la entrega del patrimonio nacional durante la Década Infame: el pacto Roca-Runciman y la creación del Banco Central, del que será su primer gerente general. Ya en la Comisión Económica para América Latina (Cepal) elogiará las políticas industrializadoras que llevaban adelante muchos gobiernos de Latinoamérica, entre ellos el de Juan Domingo Perón en Argentina. Sin embargo, tras el golpe de Pedro Eugenio Aramburu regresará al país para elaborar un plan liberal a la medida del nuevo régimen. Luego volverá a la Cepal, donde profundizará en un pensamiento económico latinoamericano, el estructuralismo, que dará respuestas originales a los problemas del desarrollo en la región. En los años de la última dictadura militar criticará el programa monetarista de José Alfredo Martínez de Hoz. Sin embargo, años después y poco antes de fallecer, se manifestará por el pago de la deuda externa. De tantos Prebisch, uno es el que ha perdurado y, por suerte, lo ha hecho el padre del estructuralismo, el hombre de la Cepal. Seguramente el mejor de ellos y, sin duda, el más necesario, hoy, para nuestro país y toda Latinoamérica.
Muchos han sido los aportes teóricos y prácticos de Prebisch desde la Cepal. Por ejemplo, el dar una justificación teórica firme a las políticas de industrialización por sustitución de importaciones llevadas adelante por muchos gobiernos de la región. Estas eran vistas por los economistas del centro y sus seguidores locales como aberraciones prácticas que violaban uno a uno los mandamientos de sus creencias económicas. Prebisch se encargará de desmentirlos. Mostrará que cuando el libre comercio impone el desempleo y el subempleo de los trabajadores y la mala explotación de los recursos naturales en un país; la utilización de aranceles para el desarrollo de industrias que no pueden competir sin ellos es eficiente en términos estrictamente económicos. Los aranceles al permitir el crecimiento industrial y el mejor empleo de los recursos humanos y naturales, fomentan un mayor incremento de la riqueza de la sociedad y no pueden ser tildados de ineficientes. Vale mencionar la vigencia del argumento frente a quienes reniegan del actual esquema cambiario-impositivo y sueñan con un ineficiente país de tan sólo soja y finanzas.
Otro de sus aportes es el de destacar la relevancia que tiene la disponibilidad de divisas para el desarrollo económico. Así, la caída de los términos de intercambio –esto es, la baja del precio de los productos que exportamos en relación con los que importamos– nos condenaba a un lento crecimiento con el consiguiente incremento del desempleo y la pobreza. La importancia práctica del asunto se ha hecho evidente en los últimos años. El alza del precio de los productos primarios aflojó la soga al cuello de la dependencia permitiendo al Africa subsahariana crecer al 5,6 por ciento y a América latina al 6 por ciento, promedio anual entre 2003 y 2007.
La desigual distribución internacional de los frutos del progreso técnico; la relación entre la estructura social latinoamericana y el subdesarrollo; la exportación de las crisis del centro hacia la periferia; las causas no monetarias de la inflación; la relevancia del mercado regional para el desarrollo de economías de escala industriales; son algunos de los aportes del economista de la Cepal que siguen apuntando al corazón de los problemas económicos de nuestro país y gran parte del tercer mundo.
Sin embargo, ninguno de ellos es su mayor aporte al pensamiento económico. La mayor contribución de Raúl Prebisch es haber señalado la necesidad de pensar sin las anteojeras teóricas del centro, los problemas de la periferia. Así señalaba como uno de los principales inconvenientes “el número exiguo de economistas capaces de penetrar con criterio original en los fenómenos económicos latinoamericanos”. Y eso no se solucionaba mandándolos a recibir una educación metódica en Europa o los Estados Unidos pues “una de las fallas más conspicuas de que adolece la teoría económica general contemplada desde la periferia es su falso sentido de universalidad”.
Por Andrés Asiain, Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche.

Recordar a Diamand
A dos años y medio del fallecimiento de uno de los hombres más influyentes en materia de política económica en nuestro país, no es mi intención repetir aquí algún tipo de obituario que resalte vida y obra del ingeniero Marcelo Diamand. ¿Para qué resaltar su ausencia material, cuando resulta más importante explicar su vigencia absoluta tanto en la política económica, cuanto en la academia e, incluso, en la generación de nuevas instituciones? ¿Por qué repasar su vida con cierta nostalgia si sus recomendaciones constituyen el pilar central del proceso de crecimiento con inclusión social más exitoso de los últimos 50 años? ¿Por qué hablar en pasado de sus escritos cuando buena parte de ellos no solamente son de lectura obligatoria en algunas de la universidades más importantes del país, sino que también constituyen la piedra fundacional de nuevas y prestigiosas instituciones como AEDA? No necesitamos obituarios, sino recordar permanentemente en qué consiste su legado respecto del problema de la estructura productiva desequilibrada de nuestro país, y cuál es el camino hacia la solución.
Argentina tiene una bendición: sus tierras, las más productivas del mundo. Pero el hecho de que estén en unas pocas manos genera ciertos inconvenientes, especialmente cuando el país no cuenta con una industria igualmente competitiva (debido a que para este sector, los privilegios de la naturaleza no tienen efecto alguno sobre la productividad).
¿Cuál es el problema? Los productos agrícolas son los que tienen más peso en la canasta de consumo de los trabajadores (alimentos), pero generan muchos menos puestos de trabajo que las manufacturas no tradicionales.
Para llegar al pleno empleo, no hay otro camino que la industrialización. Para que la industria se desarrolle tiene que poder competir con los productos internacionales, lo que requiere (entre otras cosas, por supuesto) el sostenimiento de un dólar caro (tipo de cambio real competitivo). Si mantenemos un dólar barato (como en los ’90) la industria desaparece y la tasa de desempleo llega al 30 por ciento, porque en vez de producirse en el país, todos los productos industriales se terminarán importando.
Pero sin intervención adicional del sector público, un dólar caro es lo mismo que un salario barato. Al aumentar el precio del dólar aumenta el precio de los bienes transables, especialmente el de los alimentos, reduciendo así el poder adquisitivo de los trabajadores. Es por ello que desde 2003 en adelante el tipo de cambio real competitivo es complementado con un esquema de retenciones, compensaciones y acuerdos de precios que establece, de facto, un sistema de tipos de cambios múltiples que permite incrementar notablemente tanto el empleo como los salarios reales.
Este esquema de tipos de cambio múltiples establece un tipo de cambio efectivo más elevado para los sectores que generan más empleo y cuyos productos participan con menor intensidad en la canasta básica de consumo de los trabajadores (porque en estos casos el aumento de precios que se genera con el tipo de cambio más elevado contribuye a generar empleo en el sector sin que ello perjudique sensiblemente el poder adquisitivo de los trabajadores: por ejemplo autos, textiles, electrodomésticos, computadoras, aires acondicionados, etc.) y un tipo de cambio efectivo más bajo para sectores que generan pocos puestos de trabajo pero que producen bienes o servicios de elevada participación en la canasta básica de consumo de los trabajadores (alimentos, combustibles, energía, etc.).
De lo anterior se desprende una conclusión a recordar al momento de ejercer nuestros derechos cívicos: si usted es dueño o empleado de un banco o tiene acciones de las empresas de servicios públicos privatizados, quizá le convenga un dólar barato como en los ’90; si tiene campos, inversiones en pools de soja, acciones en YPF o en empresas industriales que venden la mayor parte de su producción al exterior, es posible que le convenga un dólar caro, sin retenciones compensaciones ni acuerdos de precios (al menos hasta tanto el Gobierno pueda reprimir los reclamos salariales); pero si usted es un obrero, un empleado público, un comerciante, un empresario del sector servicios no financieros, el dueño de una empresa constructora o un pequeño empresario industrial, no se deje engañar, su bienestar depende de su defensa al dólar caro con retenciones, compensaciones y acuerdos de precios, porque con las otras alternativas, venderá poco, estará desocupado o tendrá salarios miserables.
Por Demian Tupac Panigo, Doctor en Economía (Ehess), investigador del Conicet y del Cepremap (París), profesor de la UBA y UNLP. Miembro del Profope.

Link a la nota:
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/economia/2-140292-2010-02-15.html

14 de febrero de 2010

Cambios en el ente de lucha contra el lavado

Designan al frente de la UIF el Lic. José Alberto Sbattella, quien cuenta con una experiencia destacada en cargos vinculados con el poder de policía del Estado como lo son la DGI, la Aduana, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia entre los más destacados, lo que garantiza un desempeño con alto grado de conocimiento del rol institucional que cumple la UIF.
Por su parte, también se destaca su intachable carrera profesional y su compromiso docente en la Universidad Nacional de La Plata.

3 de febrero de 2010

Re: Qué dificil se hace ser K

"Ante versiones periodísticas malintencionadas que han tomado trascendencia publica en las últimas horas, que afectan mi honorabilidad, vengo a informar a la comunidad y desmentir formalmente los citados comentarios.
Tal como consta en las declaraciones juradas presentadas ante los organismos de contralor con fecha 6 de noviembre de 2008 he adquirido el paquete accionario de HOTESUR S.A., firma propietaria del inmueble hotelero denominado HOTEL ALTO CALAFATE. Para formalizar el pago de dicha adquisición cuyo pago se realizo en dólares estadounidenses efectué durante el mes de octubre compras de dichas divisas con fechas 9, 15 y 23 de octubre hasta completar un total de 1.999.999,80 dólares, dentro del tope permitido para personas físicas en forma mensual.- Que este monto de dólares adquiridos junto a otros montos provenientes de mis inversiones en dicha moneda permitieron cumplimentar el pago indicado.- Que no existió obviamente posibilidad de beneficio cambiario toda vez que el pago realizado fue en la misma moneda por la cual se efectuaron dichas adquisiciones de divisas.- Que en virtud de la magnitud de la operación formalizada el día 6 de noviembre de 2008 se requirió de efectuar varias operaciones y que se puede apreciar todas fueron efectuadas dentro de los 30 días anteriores al pago de la operación de compra del paquete accionario de HOTESUR S.A.
También quiero reflejar que todas las adquisiciones de moneda extranjera fueron efectuadas dentro del sistema reglado por el Banco Central de la Republica Argentina y se depositaron en caja de ahorros en dólares de mi titularidad en entidad bancaria hasta la fecha en que se formalizo el pago de la compra de HOTESUR S.A." Firma: Nestor Carlos Kirchner.

Apoyo para Miguel Pesce


La UCR denunció a Pesce por irregularidades en el intento de avanzar con el Fondo del Bicentenario.
Lo acusan de haber impulsado actos administrativos nulos para cumplir con el decreto que ordenó usar reservas del Banco Central para pagar deuda.

¿se acordarán de cómo dejaron el país? ¿se acordarán de cuántas reservas dejaron?
¿se acordarán - estos mismos que ahora denuncian - cuánta deuda pagaron con reservas? ¿o acaso pensaran que la pagaron con sus bolsillos?
o será que acaso pretenden otra vez seguir la vía del ajuste, esa misma que siguieron ellos sin contemplar siquiera en los ingresos de los jubilados, los empleados estatales o los presupuestos universitarios ahora que se la creen que pueden ser gobierno otra vez. Por favor, dejense de embromar y querer aparecer en los diarios opositores con denuncias a la justicia. Dejen gobernar, que a la mayoría de los argentinos les va a ir mejor que cuando ustedes lo hicieron.