25 de junio de 2010

No hay respuesta eficaz con viejas recetas

La cumbre del Grupo de los 20 que empieza mañana en Toronto se anticipa como la más controvertida de las que tuvieron lugar hasta ahora desde que estalló la crisis internacional. El gobierno argentino ratificó ayer que su postura será de fuerte confrontación con las políticas de ajuste fiscal y recorte de derechos de los trabajadores que se vienen imponiendo en Europa por presión de países centrales y organismos como el FMI. La encargada de anunciarlo fue la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien llegará al encuentro de mandatarios con el respaldo político que vino a buscar a esta ciudad y que logró con creces. Cristina cerró las sesiones del segundo congreso de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la unificada central de trabajadores que reúne a un millar de organizaciones gremiales de 156 países, la cual realizó su conferencia la semana previa a la cita del G-20 para hacerle llegar un mensaje de oposición a las medidas que se están adoptando ante el derrumbe europeo (ver aparte). “Es imposible dar una respuesta eficaz con los viejos instrumentos de ajuste”, sentenció la jefa de Estado argentino, en una de sus frases más aplaudidas por los delegados sindicales.
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