11 de junio de 2010

El espejo de la Cepal

Publicó Marcelo Zlotogwiazda lo siguiente:
"El documento critica en forma despiadada a las políticas neoliberales de los años ’90 y propicia un rol muy activo del Estado. El kirchnerismo comparte plenamente ambas posturas.
El documento aplaude que no se hayan aplicado medidas de ajuste fiscal y de flexibilización laboral como respuesta defensiva frente a la crisis internacional de 2008 y 2009. Precisamente, el cuidado del empleo y el estímulo a la demanda son méritos que el Gobierno se adjudica, y los contrapone con jactancia a lo que están haciendo ahora los países europeos.
Avanzando a temas más específicos, el documento se pronuncia a favor de que se establezcan controles para regular los flujos de capitales especulativos, de que el Banco Central actúe en coordinación con el Gobierno, y de los programas de transferencia de ingresos a los sectores más vulnerables. En la Casa Rosada podrían decir con razón que ellos lo están haciendo.
Y también les cabe adueñarse de los elogios que el documento reparte a la estrategia de desendeudamiento y a la revalorización del salario mínimo como instrumento para mejorar la situación de los trabajadores."

(El documento al que hace mención es “La hora de la igualdad - Brechas por cerrar, Caminos por abrir”, elaborado por la Cepal.)

Sigue: 
"Es sintomático de una nueva etapa que la Cepal le otorgue semejante preeminencia a la igualdad en la región más desigual del mundo. Y no lo fundamenta por cuestiones éticas. El argumento central es que las sociedades más integradas favorecen la productividad y el crecimiento, y que “la competitividad auténtica, basada en mayores capacidades humanas y no en bajos salarios y sobreexplotación de los recursos naturales, rinde mayores réditos en cuanto al crecimiento sostenido a largo plazo”. Además, a mayor igualdad menor el gasto en salud y en seguridad.
Ya se vio que el documento contiene espejos en los que el Gobierno puede verse reflejado positivamente. Pero hay varios otros que desdibujan su imagen. Por ejemplo, en materia de política industrial, acerca de lo cual la Cepal recomienda que el Estado sea particularmente activo. Si bien reconoce que en la Argentina hay frecuentes esfuerzos, señala que no están enmarcados en una estrategia de desarrollo.
En igual sentido, se subraya la importancia de fomentar a las pymes como una pieza central en una estrategia de desarrollo con igualdad, y en referencia a la Argentina se observa un conjunto de acciones aisladas con bajo nivel de coordinación y continuidad. A lo que se agrega que el gasto de las instituciones de fomento destinadas a pymes es apenas el equivalente al 0,004 por ciento del PBI, mientras que en Brasil la proporción es veinte veces mayor.
También es muy desventajosa la comparación de recursos destinados a investigación y desarrollo, que para la Cepal es otra de las herramientas clave de una política industrial. Los datos del documento revelan que mientras en la Argentina esos fondos aumentaron muy poquito (del 0,42 por ciento del PBI en el período 1998-2002 al 0,49 en 2007), en Brasil casi se duplicaron en igual período hasta superar el 1 por ciento del PBI, es decir, el doble que aquí.
el contraste con lo que se le pondera a Brasil, también surge la falta de una “banca de desarrollo consolidada con una fuerte capacidad de intervención al estilo del BNDES, y políticas de inversión pública a través de empresas estatales que fomenten encadenamientos productivos como la que sigue Petrobras.
Siguiendo con la comparación entre la Argentina y Brasil, el informe aporta un cuadro muy interesante referido al crecimiento. Al contrario de cierta idea instalada, a lo largo del período 1990-2008 el PBI argentino subió bastante más que el brasileño: 3,8 por ciento anual promedio versus 2,5. El resultado se invierte al considerar los veinte años previos: entre 1971 y 1980 Brasil creció a una tasa anual del 8,6 por ciento mientras que la Argentina lo hizo al 2,8; y en el período 1981-1990 la economía brasileña se expandió a un ritmo anual del 2,3 por ciento y la Argentina ¡se contrajo! el 1 por ciento cada año. Y más allá de la intensidad, un dato significativo es que Brasil creció casi constantemente mientras que en la Argentina hubo enorme volatilidad.
Retomando su tradición, la Cepal se pronuncia por la construcción de un “Estado de bienestar cuyo objetivo es asegurar un mínimo de bienestar a todos sus ciudadanos, protegiéndolos de los riesgos de desempleo, enfermedad, vejez y maternidad, y proveer una acumulación adecuada de capital humano a través de la inversión en salud y educación.
Dado que lo anterior requiere de recursos, lo mismo que la promoción del desarrollo productivo, el documento sostiene que “la tributación constituye el espacio decisivo a partir del cual es posible incrementar la capacidad financiera del Estado a fin de que pueda cumplir su rol”. Al respecto, la Argentina no escapa al diagnóstico cepalino de que “en la mayoría de los países de América latina es evidente que la actual carga impositiva resulta insuficiente y que la estructura tributaria es deficiente como para lograr modernizar las estructuras productivas y alcanzar una mayor igualdad social”. Tampoco escapa a la crítica sobre “el trato preferencial a las rentas de capital mediante una serie de exenciones o tratamientos especiales para colocaciones financieras, intereses de títulos públicos, beneficios de fondos de inversión, y para ganancias de capital en bienes inmuebles y acciones”. El documento se expide a favor de un pacto fiscal que comprometa “un gradual incremento de la carga tributaria”, la “reducción de la evasión”, la “supresión paulatina de exenciones a los impuestos directos”, y una “reforma a la estructura tributaria por etapas, elevando principalmente el impuesto a la renta”.
El espejo devuelve imágenes diversas. Conformarse con las positivas es tan miope como ignorarlas."
 Gracias Marcelo.