31 de marzo de 2010

Reacciones de política económica frente a la crisis internacional

NOTA TÉCNICA de Aruguete, Eugenia y Selva, Rafael A. en INFORME ECONÓMICO N°69 del Tercer trimestre de 2009.

El estallido de la crisis internacional que en el segundo semestre del año 2008 afectó a los países desarrollados, amenazó también a las economías en vías de desarrollo. En ese momento, el temor al contagio doméstico de la crisis, con efectos nocivos sobre la economía y sociedad argentinas, se convirtió en la principal preocupación del Gobierno Nacional.
La previsible caída de la demanda externa e interna, esta última producto de la contracción del consumo durable y la inversión privada, pusieron en riesgo los niveles de actividad y empleo, amenazando con detener (e incluso revertir) las mejoras alcanzadas por los indicadores sociales en los últimos años. A ello, se sumó la potencial aparición de desequilibrios en la balanza de pagos, consecuencia del deterioro del superávit comercial y de eventuales salidas de capitales estimuladas por la fuga a la calidad o por un menor acceso al financiamiento externo. La alarma se extendió también a un potencial estancamiento de los ingresos públicos, vinculado a la desaceleración del comercio exterior (apuntalado por la caída del precio de los commodities) y de la actividad interna, que podía desencadenar una restricción de recursos para cubrir gastos presupuestados y encarar políticas expansivas de carácter anticíclico.

Ver informe completo en
http://www.mecon.gov.ar/peconomica/informe/informe69/version_completa.pdf

30 de marzo de 2010

LAS CUENTAS PÚBLICAS ¿Y AHORA QUÉ?

Uno de los pilares del esquema macroeconómico lo constituye el aumento de la intervención del Estado en la economía y en particular la acción directa que se traduce en mayor gasto público. La actual discusión por el uso de las reservas para el pago de deuda reinstaló el debate sobre el déficit fiscal e incluso dio lugar a proyecciones alarmistas sobre un supuesto agujero fiscal imposible de tapar. Sin embargo, las cuentas públicas no evidencian una situación insostenible.
La situación fiscal consolidada durante los años de fuerte crecimiento permitió que durante 2009 se pueda combinar la expansión del gasto público y su aporte a la demanda agregada con el equilibrio en las cuentas públicas.
La creación del SIPA permitió redireccionar el ahorro nacional con fines estratégicos y ayudó a financiar el incremento del gasto sin necesidad de apelar a nuevos recursos impositivos o a la disminución de otras partidas del gasto público, medidas que en un contexto de retracción de la demanda internacional y pérdida de recursos fiscales provenientes del comercio exterior hubiesen profundizado los efectos recesivos de la crisis, como ya aconteció durante experiencias pasadas.

¿Y ahora qué?
La falta de acceso al crédito internacional no ha sido durante los años recientes un obstáculo para crecer ya que el ahorro nacional público y privado ha sido positivo. Es de esperar además que el actual superávit comercial y de cuenta corriente subsista a la par que el ingreso de divisas al BCRA. Por lo tanto no se avizora una restricción al crecimiento por el lado externo.
En el aspecto fiscal, los pronósticos de crecimiento del PIB ampliamente compartidos por todos los analistas auguran la recuperación de los recursos tributarios, incluidos aquellos provenientes de un comercio externo repuesto en precios y cantidades.
Así, en medio de un nuevo ciclo de fuerte crecimiento, los recursos públicos se situarán en línea con el crecimiento necesario del gasto generando el retorno de la ecuación fiscal a la situación de equilibrio preexistente.
En virtud de esto, el anunciado canje de deuda y la vuelta a los mercados sólo debería servir para reducir el posible costo del endeudamiento y cooperar con la política anunciada desde el BCRA de reducir las tasas de interés y redireccionar el ahorro nacional al desarrollo productivo, de modo de mejorar la competitividad para enfrentar la restricción de divisas y generar el empleo que se necesita para superar la brecha social.
No se trata de no negociar con los mercados sino de definir bajo qué circunstancias hacerlo para obtener de esa forma soluciones convenientes al desarrollo del país. De otra forma, el endeudamiento público puede resultar la repetición de un camino que ya transitamos y que no deberíamos volver a recorrer.
Parece preferible en términos económicos avanzar con las reformas pendientes en materia tributaria (gravar rentas hoy exentas y desalentar la especulación financiera, entre otras) a la hora de pensar la sostenibilidad en el largo plazo del crecimiento del gasto público.

28 de marzo de 2010

Sobre el impacto económico y social del nuevo componente no contributivo de asignación por hijo

Evaluación del plan que no esperó el derrame

Además de las estimaciones sobre reducción de la indigencia, otros indicadores económicos y sociales empiezan a dar cuenta de las favorables repercusiones del programa social más amplio y de llegada más directa a los necesitados.

Por Roberto Navarro

La asignación directa en favor de 3,5 millones de chicos habría reducido la indigencia a la mitad y la pobreza en un 20 por ciento.Esta semana la Anses pagará el quinto mes de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y especialistas de distintas áreas sociales siguen encontrando efectos virtuosos de esa medida que reconoce derechos a grupos vulnerables. Un estudio del Ministerio de Economía indica que en 2010 la AUH agregará 1,1 punto porcentual al PBI y 2,3 puntos al consumo. Un informe de la consultora Bein señala que prácticamente el ciento por ciento de quienes reciben el subsidio queda arriba de la línea de indigencia. Dirigentes de la Federación Argentina de Supermercados, que agrupa a las pymes de ese sector comercial, afirmaron a Página/12 que sus asociados elevaron sus ventas un promedio de un 8 por ciento desde diciembre gracias a la AUH. Y sus colegas de autoservicios chinos realizaron una encuesta que reveló que, en algunas zonas, llegan a vender hasta un 20 por ciento más y que el 72 por ciento de las compras de los beneficiarios del plan se destina a alimentos. También creció la producción de calzado e indumentaria para niños. Por otra parte, aumentó la matriculación de alumnos de escuelas primaria y secundaria. Con respecto al área de la salud, un informe de ese ministerio a nivel nacional revela que, en algunas provincias, se incrementó hasta un 40 por ciento la vacunación y que, a nivel país, se elevó en un 40 por ciento la inscripción en el seguro médico estatal Plan Nacer.

“La Asignación Universal por Hijo genera poder adquisitivo en los grupos de menos ingresos. Ese dinero parte desde el menor eslabón de la cadena y produce un enorme efecto multiplicador”, explicó a este diario el economista Aldo Ferrer. Y agregó: “Genera ventas, producción y empleo; y en algunos casos, inversión. Es lo contrario a la teoría del derrame, que nos vendían en los noventa, que proponía bajarles los impuestos a los ricos y esperar que éstos gastaran ese dinero y generaran empleo. Eso nunca sucedió”. En la cartera económica estiman que el subsidio aportará, como piso, un 1,1 punto de incremento al PBI. Pero que ese crecimiento se dará con una distribución absolutamente distinta del resto de la economía.

“Las ventas, la producción y el empleo que genera la AUH se da en pymes en un 90 por ciento de los casos. Son quioscos, almacenes, autoservicios, fábricas de segundas marcas y puestos de trabajo para personas de baja calificación, que son el núcleo más duro del desempleo”, señaló a Página/12 un destacado miembro del equipo económico.

La AUH es una iniciativa inédita en el país y con escasos antecedentes a nivel mundial. Por esa razón, aún hay pocos datos sobre su repercusión económica, social y educativa, así como su impacto en materia de salud, incluso psicológica. Página/12 realizó un relevamiento con especialistas en distintas áreas para evaluar los primeros efectos de la AUH, con el siguiente resultado.

Impacto económico

La Secretaría de Política Económica estima que la AUH aportará como mínimo 1,1 punto de crecimiento adicional al PBI de 2010. Esta suba se dará en mayor parte por el crecimiento del mercado interno y, en menor medida, de la inversión. Esa dependencia oficial estima que el beneficio aumentará el consumo en 2,3 puntos porcentuales. El sector más beneficiado será el alimentario. Luego el textil y el de la indumentaria. Diversos analistas consideran que el shock que provocó el hecho de que casi un millón ochocientas mil familias recibiesen el subsidio tuvo que ver con el repunte inflacionario del primer trimestre. En Economía relativizan esas opiniones y afirman que, aun si existió ese efecto, se irá atenuando a medida que crezca la oferta destinada a esos sectores.

Impacto social

Más allá del registro del que partan, distintas consultoras comparten la idea de que la AUH reducirá en un 50 por ciento la indigencia y entre un 20 y un 30 por ciento la pobreza. Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein, explicó a este diario: “La participación en el gasto total de una familia de cada uno de los hijos depende de su edad. La franja que más gasta son los jóvenes de entre 15 y 18 años. Para el Indec necesitan 166 pesos mensuales para salir de la indigencia; para nosotros, 216 pesos. Como toda familia recibe algún otro ingreso, aunque sea mínimo, considero que todo menor que reciba el subsidio pasará a estar por arriba de la línea de indigencia”.

En general, la mayoría de los economistas especializados en temas sociales acuerdan en que la AUH es el plan más eficiente que se ha implementado en el país. Rubén Lo Vuolo, economista del Ciepp, señaló a este diario que “Argentina está mostrando un plan alternativo a los que se utilizan habitualmente, que dependen de determinados condicionamientos de ingresos. Lo ideal sería que fuera ciento por ciento universal, pero este plan ya está demostrando su eficacia social”. Por su parte, Agustín Salvia, investigador del Conicet y de la Universidad Católica, piensa que “el Gobierno ha logrado una eficiente transferencia de ingresos, incluso manejó bien el reemplazo de los programas existentes. El plan va a tener un alto impacto en el índice de indigencia. Socialmente, va a generar transformaciones importantes, que vamos a ir visualizando a lo largo del tiempo. Sería interesante enseñarle a la gente cómo gastarlo, por ejemplo, entregando un listado de alimentos con alto contenido vitamínico.

En el comercio

La mayor demanda de los beneficiarios de la AUH se registró, fundamentalmente, en almacenes y autoservicios de barrio. Alberto Beltrán, presidente de la Federación Argentina de Supermercados, que agrupa a cinco mil pymes de todo el país, comentó que “la venta está creciendo un 8 por ciento promedio, en general, y bastante más fuerte en productos como leche, arroz, fideos, latas de tomate y otros de bajo precio. El dinero que se inyectó en el mercado con la asignación se notó mucho desde diciembre”. Los autoservicios cuyos propietarios son de origen chino ocupan un lugar preponderante en este segmento comercial y se agrupan en otra cámara. El presidente de esta entidad, Miguel Angel Calvete, señaló a Página/12 que “el impulso de esta medida del Gobierno fue tan importante para nosotros que hay zonas en las que las ventas crecieron hasta un 20 por ciento en estos últimos meses. La cámara realizó una encuesta entre nuestros clientes beneficiarios del plan, que reveló que el 72 por ciento del subsidio se gasta en alimentos”.

En la industria

El crecimiento industrial del primer bimestre, según cifras del Indec, fue del 8,2 por ciento, con respecto al mismo período de 2009. El sector alimentario sufrió una caída, por la fuerte ponderación que tiene la carne vacuna –que se vendió mucho menos por la importante alza de su precio–, pero la incidencia de la AUH se notó en la suba del 22 por ciento de la producción de yerba, el 10 por ciento en arroz y el 8 por ciento en fideos y azúcar. Según algunas cámaras industriales, en enero, el tercer mes de pago del subsidio, la demanda de los beneficiarios comenzó a notarse en otros productos, cuyo consumo venía postergado en esta franja social. Alberto Sellaro, presidente de la Cámara del Calzado, opinó que “desde principio de año se viene notando un incremento generalizado de venta, que empuja la producción. El subsidio se nota por la fuerte alza en la demanda del calzado de menor valor, fundamentalmente zapatillas”. Por su parte, Víctor Hugo Benyakar, presidente de la Cámara de Indumentaria Infantil, indicó que “estamos teniendo un crecimiento de demanda del 25 por ciento con respecto al mismo período del año pasado. Esta suba nos llevó a tomar más empleados, en un nivel como hacía mucho tiempo no sucedía”.

En la educación

Los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo cobran mensualmente el 80 por ciento de los 180 pesos del subsidio. Para recibir el resto deben cumplir con exigencias en materia de educación (que el hijo/a asista a clases) y salud. Juan Carlos Tedesco, ex ministro de Educación y actual director del Instituto de Planificación Educativa, que depende de la Presidencia de la Nación, informó a este diario “que la AUH ya resultó en un aumento de la matrícula en la escuela secundaria del 25 por ciento y alrededor de un 20 por ciento en la primaria. El impacto es mayor en adolescentes porque es en el segmento en el que en los últimos años hubo más abandono. Se están construyendo más escuelas y aulas para responder a la demanda. Ahora el desafío es mantenerlos en el estudio. Son jóvenes que ingresan a clase con compañeros de menor edad, que han estado fuera de la cultura del estudio y vienen con problemas sociales arrastrados por años. Pero lo importante es que volvieron”.

En la salud

Para recibir la totalidad del subsidio, los beneficiarios tienen que cumplir con el plan de vacunación completo y con chequeos anuales para conseguir el certificado de salud. Además, los chicos de hasta seis años deben inscribirse en el Plan Nacer, un seguro médico que garantiza 71 prestaciones de salud. Máximo Diosque, secretario de Programas Sanitarios de la Nación, señaló a Página/12 que “la AUH es un instrumento fantástico para atraer a la población a cumplir con el plan de vacunación. Aunque no tenemos aún datos de todas las provincias, los que nos enviaron sus registros estiman un crecimiento de la cantidad de chicos vacunados en alrededor del 40 por ciento. La inscripción en el Plan Nacer ya creció un 40 por ciento. Si se inscriben todos los beneficiarios que cuenta la Anses hasta la actualidad, vamos a terminar duplicando la cantidad de chicos que van a contar con esa cobertura médica. Si se le suma el incremento en la vacunación, estamos hablando de un enorme salto cualitativo en la política de salud preventiva”.

http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/economia/2-142810-2010-03-28.html

26 de marzo de 2010

El desembarco digital

El Gobierno tiene previsto construir 45 plantas transmisoras este año y comprar un millón de conversores, diseñados y armados en el país, para repartir entre familias de bajos recursos.

La TDT se podrá ver de manera gratuita en los televisores hogareños, pero también en celulares y computadoras.
La elección de la norma japonesa de Televisión Digital Terrestre (TDT) fue sólo el comienzo. El Gobierno está avanzando ahora con la implementación de este nuevo sistema que permitirá multiplicar la oferta de canales de aire e incluso poder verlos en celulares y computadoras. Canal 7 comenzará a transmitir el mes que viene en Capital Federal y parte del conurbano y luego está previsto construir otras 45 plantas para extender la zona de cobertura. Para captar la señal en los televisores hogareños será necesario comprar un conversor que actualmente se consigue por 800 pesos, aunque la expectativa es que los precios bajen a medida que el sistema se popularice. Además, el Gobierno tiene previsto distribuir gratis un millón de estos aparatos entre familias de bajos recursos. Para los abonados al cable y al satélite nada cambiara, porque la conversión la realizará su prestador, aunque si la oferta digital es amplia podrían verse tentados a abandonar la televisión paga.
La planta transmisora de Canal 7 fue donada por el gobierno de Japón y ya está instalada en el edificio donde funcionan los ministerios de Desarrollo Social y de Salud. Desde allí se emitirán las primeras señales digitales del país, abarcando un radio aproximado de 60 kilómetros. Por su parte, ArSat, la empresa estatal encargada de desarrollar e implementar la Plataforma Nacional de TDT, terminó de realizar las evaluaciones de las ofertas recibidas para la construcción de otras 25 plantas de transmisión y en los próximos días se adjudicarán las obras. Luego se realizará un concurso de compra por otras 20, pues la intención oficial es tener 45 en funcionamiento para fin de año. No es un proceso sencillo, porque se requiere instalar torres de hasta 150 metros en las principales ciudades del país. Por lo tanto, mientras se avanza con esa tarea, la TDT se complementará con la Televisión Satelital Directa al Hogar (TDH), una alternativa para llegar a los hogares más alejados. Ambos sistemas están bajo el paraguas de lo que se bautizó TDA (Televisión Digital Abierta).
En lo que respecta a los conversores que va a comprar el Estado, ya hubo un pedido de ofertas y se presentaron varios proyectos que se están evaluando. La intención oficial es que sea un aparato de alta gama, que incluya un canal de retorno para poder ofrecer interactividad, y que sirva a su vez para incentivar la industria electrónica local. Si bien el procesador y otros insumos clave son importados, el diseño de la placa es nacional y su armado se realizará en el país. “Un settop box lleva entre 400 y 600 componentes. El Estado está abriendo un mercado que no existía y probablemente en el mediano plazo haya una producción nacional de componentes muy importante”, señaló a Página/12 Osvaldo Nemirovsci, coordinador del Sistema Argentino de Televisión Digital (SATV). De hecho, desde el inicio del proceso se convocó a los proveedores locales para ver qué podían aportar. El Gobierno quiere que los primeros conversores que va a financiar estén listos para el Mundial de Fútbol, aunque sólo va a abastecer a los sectores más humildes. El resto de los interesados podrán comprarlos en el mercado, en la medida en que los aparatos vayan siendo homologados por el Estado. También estará la opción de ver la TDT en los celulares. Personal y Movistar confirmaron ayer a este diario que ya trabajan en el diseño de aparatos que puedan capar la señal digital.
La expansión de la TDT dependerá fundamentalmente de la oferta de señales. Por eso al mismo tiempo que se avanza con las plantas transmisoras y los conversores, el Gobierno negocia con los radiodifusores para que digitalicen cuanto antes sus contenidos. “En algunos medios salió que el Gobierno está trabajando para armar un conglomerado de señales oficialistas, pero eso no es cierto. Nosotros estamos colaborando lo máximo posible para que se sumen a la digitalización y la gente tenga la posibilidad de ver más canales”, afirmó a este diario Luis Vitullo, secretario ejecutivo del Consejo Asesor del SATV, que preside el ministro de Planificación, Julio De Vido. De hecho, el Gobierno envió a Japón a un grupo de veinte ingenieros para capacitarse con esta nueva tecnología, los cuales están a disposición de los radiodifusores que requieran asistencia técnica. Incluso se está evaluando ofrecerles a los canales que tienen dificultades las plantas transmisoras que va a construir el Estado para que puedan subir su señal, pero todavía no se ha podido avanzar en esa dirección, porque el plan de transición está demorado debido a las trabas que le puso la Justicia a la nueva ley de medios audiovisuales.
El próximo martes se reunirá el Foro Consultivo Nacional, espacio que comparte el Gobierno con industriales, radiodifusores y universidades, para delinear la estrategia que se va a tomar paraa transición. Está previsto difundir el cronograma de construcción de las torres, definir cómo se van a entregar los conversores y dar algunas pautas sobre cómo sortear los impedimentos que genera el freno a la ley de medios.

22 de marzo de 2010

si se consolida

"Igual, lo que vaya a ser pasa centralmente por los atributos de que pueda hacer gala el oficialismo con las riendas de la economía. Si se consolida y avanza en atenuar los desequilibrios sociales, no habrá ni corrupción, ni altanería de Cristina, ni gritos campestres, ni hoteles de El Calafate, ni embistes mediáticos que valgan. Y si no, podrá valer lo peor."
Eduardo Aliverti, http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-142464-2010-03-22.html

“Acoplar la generación de conocimiento con la actividad productiva”

REPORTAJE A LINO BARAÑAO, MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA

Convencido de que “el conocimiento ha pasado a ser el mayor generador de riqueza”, Lino Barañao vuelca todo su esfuerzo en promover el vínculo necesario entre el trabajo científico y la producción.

Por Roberto Navarro

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva nació en diciembre de 2007, con la llegada de la presidenta Cristina Fernández al gobierno. Lino Barañao, primer titular de esa cartera, señaló en una entrevista con Página/12 los logros de su gestión para también señalar la falta de comprensión en algunos sectores sobre el valor económico de la ciencia. La formación de los profesionales de las ciencias económicas, la de los científicos y el divorcio entre ambos, fue abordado por el funcionario como una de las cuestiones a resolver para encontrar un camino más dinámico en el desarrollo y creación de valor económico a la vez que progreso tecnológico.

–A poco más de dos años de haber puesto en marcha el Ministerio de Ciencia y Tecnología, ¿qué evaluación hace en cuanto a la vinculación conseguida entre la práctica científica y el modelo de desarrollo económico que impulsa este gobierno?

–Nuestro trabajo estuvo centrado, fundamentalmente, en acoplar la generación de conocimiento con la actividad productiva, que es lo que ocurre en los países desarrollados con mejor calidad de vida. Nuestro país, si bien ha tenido un perfil agroexportador de commodities de bajo valor agregado, tiene un potencial muy grande para convertirse en un país exportador de bienes y servicios conocimiento-intensivos. Ya a mediados del siglo pasado quedó claro que estábamos entrando en la sociedad de la información, una vez que los volúmenes negociados por los servicios superaron a los correspondientes a los bienes materiales más tradicionales. Esto quiere decir que el conocimiento ha pasado a ser el factor generador de riqueza más importante y que por lo tanto es necesario tomar medidas para que esta inversión que la sociedad hace en generar conocimiento a nivel local tenga resultados a nivel de la actividad productiva y sobre todo a nivel de la generación de puestos de trabajo de calidad. Creo que la diferencia fundamental de este nuevo paradigma de producción asociado a la economía del conocimiento es que los trabajos son trabajos dignos y bien remunerados que permiten el desarrollo individual.

–¿Hubo un crecimiento acorde a esa evolución en los recursos que destinó el Estado al desarrollo de proyectos científicos?

–En 2003, cuando empecé en la Agencia de Ciencia y Tecnología, el presupuesto total para subsidios eran 30 millones de pesos y hoy tenemos cerca de 1000 millones. Y esto es un valor neto, lo que es estrictamente necesario para llevar un proyecto adelante, porque los sueldos corren por otro lado. Los mil millones de pesos van a subsidios para crear y desarrollar empresas con tecnología innovadora. Crecimos 30 veces.

–¿En qué áreas considera que se han logrado avances más destacados?

–Tenemos proyectos de investigación en curso por unos 480 millones de pesos en todas las áreas del conocimiento: desde tecnología de punta hasta las ciencias sociales. Esto es, proyectos que los investigadores argentinos proponen y son evaluados por sus pares a nivel nacional e internacional con un nivel de calidad internacionalmente competitivo y controlados. Se les controla a los investigadores hasta la resma de papel que compran, cosa que le molesta, pero es para mantener la transparencia de la gestión. Y hemos incorporado una nueva línea de proyectos de investigación, los que llamamos “startac”, que consisten en que de una investigación se derive una nueva empresa. Tenemos una compañía que ya está produciendo un nuevo sistema de inmunización para la producción de vacunas con una nueva tecnología en la Argentina a cargo del doctor Ricardo Golbaum y también hay empresas de software e informática. En total, ya hay mil empresas nacidas con este sistema.

–¿Cómo ha sido la articulación de la tarea en áreas que corresponden a otros ministerios?

–Un ejemplo de ello se pudo ver en el tema de salud, cuando respondimos rápidamente ante la epidemia de gripe A. También estamos colaborando activamente con el Ministerio de Desarrollo Social en aportar tecnologías para la solución de problemas sociales, como lo hicimos con un yogur probiótico desarrollado en un centro del Conicet en Tucumán, que mejora la respuesta inmunitaria de los chicos en edad escolar y ya se lo está distribuyendo. Este es un excelente ejemplo de cómo una investigación aparentemente básica tiene un impacto directo en la calidad de vida de la gente. También estamos trabajando con el Ministerio de Economía, en cuanto a la programación de los préstamos internacionales de los que dependen nuestras acciones. Y con el Ministerio de Defensa ahora estamos encarando un plan para desarrollo de tecnologías duales y la formación de recursos humanos de las Fuerzas Armadas. Creemos que hoy por hoy las Fuerzas Armadas pueden tener un lugar importante en el desarrollo productivo, como supieron tenerlo en períodos exitosos de la historia nacional. En aquel momento fue la siderurgia lo que lideró el desarrollo económico y las Fuerzas Armadas tuvieron un papel preponderante; ahora la cosa pasa por la informática, la nanotecnología y los nuevos materiales.

–¿Cómo trabajan en el desarrollo de una nueva empresa en el área tecnológica?

–El procedimiento es el siguiente: se parte de una investigación exitosa; luego invierte el Estado. Después, cuando la empresa ya tiene un valor importante, se busca un inversor. Es un procedimiento similar al del programa de apoyo a las empresas del Fontar (Fondo Tecnológico Argentino), que dio origen a empresas jóvenes como Delta Biotech, que hoy exporta y está abriendo sedes en España.

–¿Cómo es la financiación?

–Damos créditos a tasas más bajas e inclusive damos aportes no reembolsables que cubren el 50 por ciento del proyecto: la empresa pone la otra parte, que puede ser en personal y no necesariamente en efectivo. Y el Estado le otorga la mitad en forma de subsidio pleno. Tiene que tratarse de un proyecto innovador con riesgo tecnológico, que no exista en el país, que no sea una copia de lo que ya existe y que implique la producción de algo de manera novedosa, con mejor calidad, menor costo ambiental y todo lo que implique más generación de valor diferencial en un producto.

–¿Es imprescindible que el Estado aporte el 50 por ciento?

–Es una de las mejores inversiones que puede realizar el Estado. En Brasil se hizo lo mismo y se observó que por cada real que pone el Estado recupera entre tres y siete reales en impuestos. Por otra parte, veamos lo que hacen en Estados Unidos. Uno tiende a pensar que en las empresas norteamericanas se invierte todo de sus propias ganancias y, en realidad, también están financiadas por el Estado.

–¿Cuenta Argentina con empresarios emprendedores como para llevar adelante estos proyectos de raíz tecnológica?

–Si hay algo que ocurre en los países europeos y también en China es esta vocación de crear nuevas empresas de base tecnológica. Una diferencia muy grande que existe entre China y Latinoamérica es que si uno hace una encuesta a la salida de las universidades de China, el 85 por ciento de los chicos dice “Yo quiero crear una empresa” y si se repite la pregunta en América latina, el 85 por ciento dice “Yo quiero tener un empleo”. El problema es que el empleo no existe. Muchas de nuestras universidades, especialmente las más grandes, se forjaron alrededor de la idea de formar profesionales para grandes empresas ya existentes. Hoy tenemos que incorporar el concepto de que algunos de estos profesionales tienen que tener el compromiso de crear empresas para que el resto de los profesionales tengan un empleo. Y para que también lo tenga el hijo de esa persona que no va a la universidad, pero que está pagando con sus impuestos la carrera de ese egresado.

–¿Y por qué no se creó en Argentina un Silicon Valley, un polo tecnológico que atrajera a los proyectos en marcha?

–Porque nos faltaba masa crítica, pero vamos rumbo a tenerlo. En el área de software, que es la que más ha crecido en este último tiempo, tenemos ya la posibilidad de tener clusters, aglomerados productivos para crear algo equivalente al Silicon Valley. Es importante crear esto en la proximidad de las universidades, como sucede en Estados Unidos, que se ubican al sur de San Francisco o alrededor de Boston. Acá habría que crearlos en Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza y con determinadas orientaciones productivas de acuerdo con la actividad productiva de la región. Yo estuve en el Silicon Valley buscando cuál era el factor determinante y lo que las empresas quieren es ubicarse donde haya innovación genuina, donde haya grupos de científicos que tengan ideas novedosas que puedan ser potencialmente aprovechadas.

–¿Faltan recursos humanos?

–Teníamos una carencia que ahora se está revirtiendo. Por un lado estamos recuperando científicos que se habían ido y ya han vuelto más de 700. Y por otro, estamos teniendo programas de formación focalizados, a diferencia de lo que se venía haciendo. Ahora, mandamos a formar gente manteniendo el contacto con el proyecto original en líneas tecnológicas que tengan potencial en el país. Garantizando, en la medida de lo posible, que esa persona al terminar su formación regrese y se inserte de forma productiva en el país; no podemos seguir exportando cerebros gratuitamente.

“Poco, pero de muy alta calidad”

¿En qué rango internacional ubicaría a la Argentina en materia de innovación tecnológica? ¿Quedamos muy lejos de los países de punta? ¿Estamos tecnológicamente atrasados?

–La situación es heterogénea. Si consideramos la tecnología nuclear, estamos entre los cinco países que venden reactores. Si consideramos animales transgénicos que producen medicamentos, estamos dentro de los tres países con empresas dedicadas a eso. Si miramos el caso del software, es interesante porque las empresas argentinas han encontrado nichos particulares: no producen soluciones masivas, sino cuestiones más específicas como software de administración para alguna empresa dada y lo hacen en tiempo y en forma con controles de calidad muy altos. IBM Argentina logró certificar una calidad más alta que IBM India; la gente de Global, que hace verificaciones de software para juegos, me contaba que Argentina está desplazando a todos los demás países en la detección de errores en videojuegos. Una empresa de seguridad informática de gente joven le vendió software a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Está también Invap, que es una empresa estatal con lógica de empresa, no es un instituto de investigación, que trabaja con conceptos de calidad y competencia de mercado. Quizá las operaciones sean de volúmenes pequeños, pero de muy alta calidad

“Más graduados de informática”

En función del modelo que están impulsando, ¿la cantidad de graduados en carreras tecnológicas está muy por debajo de las necesidades?

–Hay un desbalance en la cantidad de graduados entre las áreas en las que más necesitamos gente (tecnológicas y exactas) frente a las otras. Nosotros creemos que no se puede establecer un mecanismo coercitivo y forzar patrones de cupos, sino que es factible hacer más accesibles las carreras tecnológicas por distintos métodos. Uno es ofrecer becas; por ejemplo, tenemos un déficit en graduados en el área de informática, no sólo porque se enrolan menos, sino porque la gente trabaja y no termina su carrera, lo cual a la larga es un limitante para la empresa que lo toma. Y lo que hicimos fue dar becas de grado, un estipendio para que no tengan la presión de salir a trabajar tempranamente dejando inconclusos sus estudios. Esto se complementa con lo que hace el Ministerio de Educación con las Becas del Bicentenario orientadas para las carreras tecnológicas. Esto tiene un impacto muy importante y se va camino a las 40 mil becas.

–Hay una idea consolidada acerca de que una carrera científica raramente pueda dar una salida laboral atractiva...

–Necesitamos cambiar ese arquetipo y mostrar que alguien que hace ingeniería, software, biología o química tiene un potencial de tener un empleo importante. La otra posibilidad es que puede ser un joven emprendedor.

Ciencia y economía

–¿Usted cree que existen trabas institucionales a la transferencia del avance científico a la economía, para que el progreso tecnológico se traduzca en más o mejores empresas?

–Cuando una empresa tecnológica va a pedir un crédito para aumentar su producción o internacionalizarse, el gerente del banco le valúa el equipo y el edificio que tiene y ya está; no le valora las patentes que tiene ni los mercados, porque la valuación de los intangibles no está instalada en el sistema financiero argentino. Entonces, nos encontramos que toda la voluntad y esfuerzo que estamos poniendo, cuando empieza a tomar una nueva escala, se frustra. Nos está faltando un sistema financiero que nos acompañe para que este proyecto tenga sentido: siempre dije que íbamos a tener éxito el día que saltemos de la página de ciencia y pasemos a la de economía. En otros términos, necesitamos tanto científicos conscientes del valor económico de lo que producen como economistas conscientes del valor intelectual que hay en el país.

–¿Qué se necesita para crear concientización sobre la relación entre ciencia y economía?

–El MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), tan famoso, es conocido por su calidad y la cantidad de premios Nobel trabajando ahí. Pero lo que mucha gente no sabe es que uno de cada quince puestos de trabajo hoy en día en los Estados Unidos se deriva de lo que hicieron los científicos trabajando en el MIT. Para cualquier político estadounidense queda claro que el MIT tiene un valor importantísimo desde el punto de vista de la economía y no sólo por una cuestión del prestigio cultural del país: es un motor de la economía. Lo mismo podemos decir de las universidades del sur de California. Y existe toda una política para hacer que todo ese conocimiento se transforme de manera eficaz en un beneficio para la sociedad. El problema que tenemos en la Argentina es que todavía este concepto de riqueza sea asociado a la idea de lucro indebido, tenemos el preconcepto de que en la universidad generar riqueza o apuntar hacia el sector productivo es mercantilizar la ciencia. Yo creo que deberíamos superar esto y entender que para la universidad generar riqueza no sólo no es un pecado sino un deber moral.

Link a la nota:

http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/economia/2-142411-2010-03-21.html

18 de marzo de 2010

Vaquitas ajenas

La Federación Agraria Argentina está auspiciando un proyecto de ley para frenar la compra de tierras por parte de extranjeros, quienes ya serían dueños de 20 millones de hectáreas productivas en el país. ¿Cómo no adherir al concepto? Pero la situación invita a varias reflexiones complementarias.
Primero: En tiempos de globalización, donde los inversores pueden ir a cualquier rubro en cualquier punto del planeta, que se compre semejante superficie en Argentina muestra que tener tierra es muy buen negocio. No se compra la tierra sólo para mirar serenamente la puesta de sol, con todo lo bello que ello puede ser.
Segundo: Es un gran negocio, aunque se viva a decenas de miles de kilómetros de distancia, porque sólo en esta región se da en arriendo tanta tierra y con tanta renta para el propietario pasivo. Sólo hay que ser dueño. Ni siquiera hay que conocer el campo.
Tercero: Para más seguridad del inversor extranjero están los pools de siembra, que son grandes y brindan la tranquilidad de alquilar miles de hectáreas de una vez, sin tener que negociar con demasiados contratistas. Son dos caras de la misma moneda.
¿A qué aspira la Federación Agraria? Su mirada estratégica la deberían explicar ellos. Sería bueno entender cuál es la visión última de la estructura productiva agropecuaria que les parece adecuada para un país justo. Pero en concreto, si el actual intento de bloquear a los extranjeros es exitoso, lo que se conseguirá es simplemente reservar el fabuloso negocio actual para quienes ya lo disfrutan, sin resolver el problema de fondo, que es que la demanda de tierra para trabajarla es muy superior a la oferta.
Muy distinto sería aplicar una legislación que obligue a los dueños de la tierra a no dejar la tierra ociosa, trabajándola por sí mismos o por terceros que tengan su sede física a distancias razonables del emprendimiento, digamos 100/150 kilómetros como máximo. Esta lógica recuperaría el sentido de que la tierra debe ser para quien la trabaja, con una mirada de promoción regional fuerte, y simultáneamente haría disminuir con fuerza el interés de extranjeros por comprar cajas de seguridad de miles de hectáreas de dimensión, que es lo que hoy hacen.
La soberanía sin justicia es una consigna falsa. La bandera antes que la dignidad para todos ya fue expuesta por el nacionalismo oligárquico hace casi un siglo. Es conveniente equilibrar las cargas en el carro. Que la tierra sea para los argentinos, pero para todos.

Por Enrique Martínez, Presidente del INTI

15 de marzo de 2010

No resuelve el problema

Vaya paradoja, pareciera que la oposición legislativa, al procurar modificar la distribución del impuesto al cheque, intenta demostrarle al Ejecutivo cómo se gobierna revirtiendo una decisión de la que formaron parte la mayoría de sus integrantes. Este impuesto fue reimplantado por Cavallo en marzo de 2001 en su segundo paso por el Ministerio de Economía en la gestión del radical Fernando de la Rúa. En ese momento, mediante la Ley 25.413, se resolvió que el ciento por ciento de lo recaudado por este impuesto ingresara a las arcas del Tesoro nacional. Menos de un año después, el presidente Eduardo Duhalde y los 24 gobernadores de provincias firmaron un Acuerdo, ratificado por la Ley 25.570, mediante el cual se definió que el 30 por ciento de la recaudación de este gravamen se incorpore a la masa coparticipable entre Nación y provincias. Quienes dispusieron que nada y/o sólo menos de un tercio de la recaudación de este impuesto se coparticipe, son ahora quienes lo consideran inaudito y exigen su inmediata modificación.
Más allá de esta cuestión, ¿es ésta la medida correcta para resolver el problema financiero de las provincias? Si se coparticipara este impuesto, las provincias recibirían la mitad de la recaudación en lugar del 15 por ciento que reciben actualmente. De esta forma, ingresarían a las provincias casi 9000 millones de pesos adicionales (el 0,6 por ciento del PIB) que permitirían, al agregado de provincias, cerrar este año con un resultado primario cercano al equilibrio. Pero en el análisis de cada una de ellas no se llega a la misma conclusión. En especial, la provincia de Buenos Aires recibiría alrededor de 1900 millones de pesos adicionales y su déficit será, como mínimo, el doble de esa cifra.
Además, el deterioro de las cuentas provinciales no se originó, como se cree, en la merma de las transferencias de Nación. Por el contrario, estas transferencias tuvieron una mejora ostensible en los últimos años: los recursos de origen nacional transferidos a las provincias de manera automática (Coparticipación y Leyes Especiales) tuvieron un incremento de 276 por ciento al pasar de 20.100 millones de pesos en el año 2003 a 75.600 millones de pesos en el 2009. En términos del PIB pasaron de 5,4 al 6,7 por ciento entre ambos años. A estos recursos hay que sumarles las transferencias presupuestarias que se duplicaron al pasar de 1,2 al 2,4 por ciento del PIB entre 2003 y 2009. En consecuencia, las remesas de Nación a provincias se incrementaron en este período en 2,6 por ciento del PIB, cuatro veces más de lo que representaría la coparticipación de toda la recaudación del impuesto al cheque. La diferencia es aún mayor si se compara con los años ’90. En el período 1993-1999 las provincias recibían, en promedio, recursos por 5,9 por ciento del PIB por todo concepto, esto es 3,2 por ciento del PIB menos que el año pasado.
La distribución de la recaudación de impuestos nacionales entre la Nación y las provincias requiere una revisión integral, reconocida en la reforma de la Constitución nacional al exigir, en su disposición transitoria sexta, una nueva coparticipación antes de fines de 1996. La norma marco, la Ley 23.548, fue concebida como un régimen transitorio con vigencia por sólo dos años, hasta diciembre de 1989, y desde esa fecha se viene prorrogando automáticamente ante la inexistencia de una ley que la sustituya.
Dos décadas de prórrogas automáticas de un régimen transitorio y tres lustros de incumplimiento de una cláusula de la Constitución ponen en evidencia dos cosas: 1) Es indudable que es necesario reformar la distribución de la recaudación de impuestos nacionales y 2) es muy difícil alcanzar los consensos necesarios para hacerlo; varios intentos fallidos así lo demuestran.
La ley vigente tiene muchas deficiencias técnicas. La más grave surge de la distribución entre las provincias (conocida como secundaria), que no se corresponde con criterios objetivos sino que es fruto de arduas e intrigantes negociaciones. Hasta ahora sólo se le hicieron parches, tantos que ya es casi imposible reconstruir cuánto le corresponde a qué jurisdicción en el reparto. Lo resuelto para este impuesto en el Acuerdo del 2002 es uno más y, si prosperara, su modificación sólo agregaría otro en el sentido contrario.
Se supone que para alcanzar una reforma a la coparticipación hace falta un gobierno fuerte, con la capacidad suficiente como para armar el rompecabezas de los acuerdos provinciales. Sin embargo, gran parte de las normas de coparticipación y en especial las últimas dos, el decreto-ley 20.221 de marzo de 1973 y la Ley 23.548 de enero de 1988, fueron aplicadas por gobiernos debilitados y próximos a irse. Si la oposición legisladora está persuadida de que este gobierno no puede aspirar a continuar más allá de 2011, tiene en la discusión sobre la Coparticipación Federal de Impuestos un gran desafío por delante.

Por Alfredo Iñiguez
Economista del CIEPyC y miembro de AEDA.

11 de marzo de 2010

Mercedes Marcó del Pont



“Desde hace veinticinco años milito en el área de la economía a favor del desarrollo y enfrentada al pensamiento liberal. Como diputada, trabajé para fortalecer a las pymes y desde el Banco Nación intenté consolidar el liderazgo de la banca pública. Históricamente, el Banco Central siempre estuvo al margen de los debates económicos del país, por eso me parece que ésta es una buena oportunidad para que la entidad ocupe un lugar estratégico”