26 de noviembre de 2007

Politica tributaria regresiva: una materia pendiente

http://pdf.diariohoy.net/2007/11/25/pdf/cuerpo.pdf

Durante décadas la “política tributaria” podía ser explicada bajo dos preceptos: el intento por reducir la brecha fiscal y la búsqueda de la eficiencia, en los términos de la teoría ortodoxa en materia de tributación, eliminando los impuestos que son “distorsivos” y desalientan la “competitividad”.
Consecuencia de la emulación de la política tributaria de varios de los países centrales iniciada en los años ochenta, resultó que de los impuestos existentes, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) permitió la consecución de ambos objetivos: mediante su ampliación e incremento se consiguió una rápida recaudación que permitió la eliminación o reducción de otros gravámenes más “distorsivos” para la competitividad de la economía como los impuestos que gravan el capital y los que inciden en los costos de producción, incrementando de esta forma el margen de rentabilidad.
Más allá de la necesaria discu
sión respecto a esta concepción, que hace a la economía política, la réplica en países periféricos como el nuestro carece de sentido. Sólo vasta observar cuál era el punto de partida de unos y otros en cuanto a la estructura tributaria, para confirmar la nula validez de este argumento.
En un informe publicado por el CIEPYC (Centro de Investigación en Economía Política y Comunicación) en base a la información de la recaudación impositiva del Sector Público Nacional, se clasifican los impuestos de acuerdo a su incidencia en el ingreso en Regresivos, Poco Regresivos, Poco Progresivos, Progresivos y Muy Progresivos.
Teniendo en cuenta la evolución macroeconómica argentina del último cuarto siglo, se definieron cinco periodos (1980-82, 1986-88, 1993-94, 1996-98 y 2004-06) para los que se intenta reflejar la estructura impositiva subyacente a cada uno.
La Tabla muestra la estructura tributaria según el periodo y tipo de impuesto. En esta se puede apreciar la evolución de la participación de cada tipo de tributo en cada esquema macroeconómico imperante.
Claramente, la política tributaria definida durante la dictadura, como la imperante en la década de los noventa, muestra un sesgo hacia la recaudación en base a impuestos definidos como regresivos, alcanzando en el periodo 1996-98 a la mitad de la recaudación en cabeza de impuestos al consumo, de efecto inequitativo sobre una distribución del ingreso ya por demás desigual. El rol de impuesto clave que adquirió el IVA tuvo como correlato directo un incremento de la regresividad del sistema tributario argentino.
La etapa más reciente introduce cambios en particular al incrementarse el porcentaje del total recaudado por los impuestos determinados progresivos o muy progresivos en mayor medida que el resto. Un rol fundamental cumple para este logro el aumento de la actividad económica, la suba de las ganancias y la instauración del impuesto a los débitos y créditos en cuenta corriente y las retenciones a las exportaciones que actúan como un gravamen a la renta producto de la explotación de los recursos naturales, que con cosechas extraordinarias en el caso de algunos cultivos y elevados precios internacionales, representan más del 2% del producto y el 10% de la recaudación total de la Nación.
PERIODO             1980-82     1986-88    1993-94     1996-98    2004-06
Muy Progresivos:  14,4%        12,0%         13,5%      18,9%     25,2%
       Progresivos:     4,4%           6,1%          0,5%       0,3%      10,2%
Poco Progresivos:     7,5%        11,3%        2,0%       1,7%        8,6%  
      Poco Regresivos:   32,5%       40,9%       36,4%      29,7%     20,3%      
            Regresivos:      41,3%          29,8%      47,5%      49,4%      35,7%       
Fuente: CIEPYC en base a datos de DIRECCION NACIONAL DE INVESTIGACIONES Y ANALISIS FISCAL.

La conformación del sistema tributario se determina -como todo lo que atañe al Estado- mediante la resolución del conflicto de intereses de los distintos sectores en pugna. Así, la estructura tributaria resultante es una manifestación de la lucha por el reparto del excedente y de la determinación por parte del Estado del esquema macroeconómico y el patrón de distribución subyacente.
En la Argentina actual permanece la necesidad de encarar una reforma impositiva que tienda a hacer más progresiva la carga sobre los contribuyentes y de esa forma conciliar la política tributaria con la política distributiva del ingreso.
Sin embargo, habiendo pasado ya tres ministros de economía, el actual gobierno no tuvo una política definida, más allá del sostenimiento del impuesto “al cheque” y la ampliación de las retenciones (derechos) sobre las exportaciones del complejo agroindustrial y energético
No obstante lo anterior, se evidencia un cambio significativo en la lógica de la recaudación, al poder mantener elevados niveles de superávit y haber salido del constante escenario de ajuste que suponía tener que bajar el gasto público o aumentar la recaudación “como sea”.
La “holgura” fiscal permitiría entonces replantear, bajo este nuevo esquema, la estructura impositiva necesaria para financiar un proceso de desarrollo inclusivo y morigerador de las diferencias en la distribución de los ingresos.