3 de junio de 2008

Desempeño económico y precios internacionales

El contexto internacional favorable es el argumento favorito de los economistas liberales para justificar el crecimiento de la economía argentina, sosteniendo que la región está evidenciando el mismo fenómeno. Sin embargo, cuando se analizan los datos de la región, se desprenden conclusiones son muy diferentes: nuestro país no ha sido de los más beneficiados por los precios internacionales, pero muestra un desempeño económico superlativo, desde cualquier indicador que se analice.

Esa es la conclusión a la cual arribamos en la edición número 10 de Entrelíneas de la Política Económica[1]. Partiendo de las mejoras de los términos de intercambio, como representativa del denominado efecto viento de cola, repasamos el desempeño económico de los países de la región (Mercosur más Chile y Bolivia), durante el período 2004-2007, para que la economía argentina no corra con la ventaja del extraordinario crecimiento que tuvo en los dos primeros años desde la crisis de 2001-2002.

El crecimiento de los términos de intercambio en el corto plazo fue dispar entre los países de la región y dependió de las diferentes especializaciones en la inserción internacional. Por ejemplo, los términos de intercambio de Chile (cobre) experimentaron un fuerte crecimiento del 50,7% (tres veces más que el promedio de América Latina) y en Bolivia (gas) un crecimiento de casi el 30%.

En el caso argentino, puede apreciarse una leve mejora del 7,5%, menos de la mitad del incremento promedio de toda la región. Esto corrobora que los precios de los productos agrarios (de mayor influencia en nuestras exportaciones) evidenciaron un crecimiento más moderado que los productos vinculados a la energía y los metales.

A pesar de este moderado crecimiento, Argentina presenta un incremento del PBI de casi 30%, casi el doble que Chile, Bolivia y Paraguay y más del doble que Brasil. El espectacular crecimiento muestra a las claras que el contexto internacional no es excluyente para explicar el crecimiento local y que existen factores intrínsecos al modelo que generan tal comportamiento; de lo contrario, Chile, Bolivia y Brasil hubieran captado un crecimiento del PBI mucho más alto que el evidenciado en Argentina.

Por el lado de la inversión, Argentina invierte el 24,3% del PBI, una cifra inédita para la economía argentina y para cualquiera de los demás países. Asimismo, el comportamiento en el corto plazo muestra que si bien todos los países incrementaron los niveles de inversión en términos del producto, en Argentina ese incremento quintuplicó el crecimiento evidenciado en Chile y Brasil, que tan sólo incrementaron la inversión en 1,3 y 1,5 puntos del PBI respectivamente.

En cuanto al mercado de trabajo las conclusiones son similares. Todos los países de la región evidenciaron crecimiento del empleo y reducciones en los niveles de desempleo abierto merced al crecimiento de la economía. Sin embargo, Argentina es el país de la región que más bajó la tasa de desocupación en los últimos tres años y el que mayor cantidad de empleos generó en el mismo período.

En términos de la diversificación de bienes exportables, Argentina logra un muy leve incremento en la participación de MOI en el total exportado (casi 3 puntos porcentuales) mientras que el resto de las economías, por el contrario, han profundizado la estructura tendiente a su especialización histórica de bienes primarios, a excepción de Paraguay. Esto constituye un doble mérito por parte del desempeño exportador argentino, principalmente porque los precios de los productos industriales han evidenciado en el período una desvalorización (caída de precios), lo que implica que la performance exportadora se vio fortalecida por incremento vía cantidades.

Nuestra hipótesis es que el esquema macroeconómico actual, de tipo de cambio diferencial para la industria y para el agro, es el que mayormente explica el formidable comportamiento de las variables macroeconómicas que hemos repasado aquí; mientras que, en contraposición, la economía argentina ha sido de las menos favorecidas en cuanto a los términos de intercambio. No todo es viento de cola en América Latina.

Por German Saller

[1]“Términos de intercambio y desempeño macroeconómico en Sudamérica”. Entrelíneas de la Política Económica n°10.